Me parece que fue ayer cuando empezamos a gestar la idea de un grupo donde las madres pudieran reunirse y charlar de sus preocupaciones en un ambiente relajado y de confianza... ¡y llevamos ya dos sesiones del Grupo de Madres!.
¿Qué puedo decir de la reunión de hoy?. Que ha sido un placer. Que ojalá pudiéramos hacerlo todos los días. Que si fuéramos todas vecinas sería un lujazo poder charlar diariamente de nuestras preocupaciones y que juntas podríamos hacer más fuerza para ir cambiando esas cositas del mundo que no nos gustan. Cómo me gustaría tener un Baby Deli en la puerta de casa, que buen sitio para pasar un rato en familia. ¡Soñar es gratis!.
El tema de hoy, ya lo anunciamos, era la tribu. Esa tribu tan necesaria para criar a un hijo y de la que, sin embargo, no todos disponemos. El ser humano es un ser social, de manada, y con el paso de los siglos, con la introducción de mil y una sofisticaciones, hemos ido desoyendo nuestras necesidades internas pero al final afloran por algún lado... La maternidad, la infancia, son momentos vitales muy primitivos, instintivos, y es ahí cuando más fácilmente descubrimos que necesitamos apoyo, comprensión, compañía, disponibilidad...
Pero también al revés, también ocurre en algunas familias en las que no se ha sabido entender/respetar que la llegada de un hijo supone la consolidación de un nuevo núcleo familiar formado por mamá, papá y el bebé y en el que nadie debe inmiscuirse. ¡Que tan malo es carecer de tribu como tenerla hasta en la sopa y metiendo baza sobre temas que a nadie más que a la familia nuclear le interesan!.
Como me parece fundamental respetar la privacidad de todas las conversaciones que allí tengamos, no voy a revelar detalles concretos de lo que hemos charlado. Sólo decir que ha sido de verdad estupendo, que se me ha pasado el tiempo volando, y que espero de corazón que volvamos a vernos.
Ni qué decir tiene que espero en la próxima reunión ver caras nuevas, que además hoy ha habido cancelaciones de última hora y había aforo de sobra.
¡Gracias, gracias, gracias!. Me he ido a mi casa súper feliz y ahora me duele la cabeza, en mi caso, ¡buena señal!.
Nos vemos en la próxima.