Segundo y último día en Cannes

Publicado el 26 mayo 2014 por Maresssss @cineyear
Publicado en Noticias / por Marcos B. G. / el 26 mayo, 2014 a las 11:24 am /

Habían sido cinco horas de sueño y estaba bien cansado, pero algo me decía que ese día iba a merecer la pena y ya no podía esperar a que empezara. Así que me faltó tiempo para coger los bártulos y salir del hotel pitando. A diferencia del día anterior, yo ya tenía claro que era lo que iba a ver y que no. Por desgracia para mi, no había mucha elección. Las opciones eran simples: O ver películas sin cesar o tumbarme en la playa –porque ya para todo lo que fueran conferencias de directores y demás “virguerías”, era demasiado tarde-. Y bueno, aunque mi blanco nuclear agradecería vitamina D y en cualquier otro lugar que no fuera el festival aprovecharía aquellos 27º con sol radiante para tirarme a la arena cual lagartija, pero en esta ocasión, la luz que me obsesionaba presenciar era la que proyectase alguna película.

La primera cinta con la que abrí la mañana, fue dentro de la Sala Debussy con precisamente la mismísima Palma de oro de Cannes 2014 horas más tarde. Efectivamente, Winter Sleep fue mi “petit déjeuner” del día. Y a decir verdad no tan “petit” con motivo de sus bien densas tres horas y cuarto de duración. Dirigida por Nuri Bilge Ceylan, Winter Sleep narra la historia de un comediante retirado llamado Aydin, que maneja un pequeño Hotel en Anatolia con su joven mujer Nihal y su hermana Necla. Todo lo que parece la vida de una tranquila familia en laderas turcas, se tuerce cuando Aydin es atacado por el hijo de unos de sus inquilinos. Aquél será el punto de partida donde todas las verdades saldrán a la luz y nada vuelva a ser igual.

Fotograma Winter Sleep – Palme D’Or 2014

No es de extrañar que una película como Winter Sleep sea ganadora en un festival como el de Cannes. Y esto es así porque posee todos los ingredientes necesarios para ser una ganadora. Éstos van desde su cálida y acogedora fotografía hasta la dulzura y delicada puesta en escena. Sin olvidarnos de un mimado guión que además de tratar cuestiones universales, dadas especialmente a ciertas edades cercanas a la jubilación, provee a los actores, mediante espléndidos diálogos, profundizar en sus personajes de una forma majestuosa. En definitiva, un delicia que deja un largo y agradable sabor de boca, como pocas.

Cuando acabó la proyección, hambre no tenía. Sino lo siguiente. Así que, sin pensármelo demasiado me dirigí a comerme otra chessburger, la segunda del festival, al lado de la playa. Y lo agradecí bastante, pero por poco tiempo. Básicamente porque mi siguiente objetivo era ver Hermosa Juventud de Jaime Rosales, y empezaba solo 45 minutos después de la anterior. Ahora eso si, mereció la pena. No hay nada mejor que verte una película de tu tierra sobre cuestiones de tu país bien actuales, con extranjeros alrededor. La ves pensando: “esto ya lo sabía yo porque lo he vivido. Y tu no”. Sientes que lo que estás viendo es parte de ti y que lo conoces muy bien. Puedo incluso decir que me pasé casi toda la película pendiente de cuando se reían o que es lo que les llamaba la atención. Pendiente incluso de los subtítulos para ver como traducían y adaptaban ciertas expresiones y vocablos. Hermosa Juventud, como bien señala su título de doble filo, cuenta la transición de una joven pareja a la madurez, tocando aquellas situaciones cotidianas que se dan en la mayoría de los adolescentes que no han terminado de romper el cascarón de la emancipación.

Después aunque sea una película digamos correcta, si creo sinceramente que estaba muy lejos de ser competitiva en su sección Un Certain Regarde, después de ver haber visto White God (Kornél Mundruczó (2014)), o de saber que compite contra, por ejemplo, Turist de Ruben Östlund o The Salt of the Earth de Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado.

En la misma Sala Bazin vi poco después, el esperado western de The Salvation. O por lo menos esperado para mi por, sinceramente, Mads Mikkelsen (The Hunt (2012)). La pieza, dirigida por Kristian Levring, nos sitúa en las Américas de 1870 para contarnos la desgraciada historia de John, su familia y los desalmados asesinos de esta. El planteamiento del film es ya de por si cruel, pero esta definición se queda corta en comparación con la forma que el guión enfatiza las escenas de violencia. Un violencia que en gran parte parece gratuita por la carencia de motivos que justifiquen esa maldad en la mayoría de los protagonistas. Pero además de esto, ni los protagonistas son convincentes, ni el avance de los acontecimientos.  En una frase; Mucho ruido y pocas nueces.

Al acabar la proyección, la última para mi en el festival, ya era notorio en el interior del Palais, la emoción que había en el aire a partir de la entrega de premios de la sección oficial. Dentro estaban colocando la red carpet para la fiesta de clausura, mientras fuera, a través de las pantallas, se podía escuchar y ver en directo todo lo que se estaba cociendo dentro en el Gran Téâtre Lumière. Yo presencié casi todo desde la sala de prensa, que como veréis en algunas fotos que colgué en Instagram, estaba a rebosar. Aunque considero que sorpresas no hubo. Parecía muy obvio que la ganadora sería Winter Sleep. De hecho, FIPRESCI la había considerado el día anterior como mejor película.

Palmarés de la 67º Edición del Festival de Cannes

Eso fue todo. Como dice mi abuelo; no se debe abusar de los grandes placeres de la vida, porque se disfrutan más cuando solo se prueban de vez en cuando. En lo que se refiere a mi paso por Cannes, puedo admitir que este año, lo que he probado me ha gustado mucho, y que sobretodo, me quedo con ganas de más. Quizás sea por eso que, como solo lo he probado, ya esté ansioso por volver a repetir. Esperemos que así sea y estén ustedes para verlo.

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