A la sombra de la mole del Yelmo, un sueño de los escaladores y el parapente, en un pico de águilas a más de un millar de metros de altura y coronado por el castillo, desde el valle, Segura de la Sierra parece pura fantasía. Se encuentra a tal altura que “si se pretende alcanzarla, fatiga la vista”, dio de ella Al-Himyari, mientras que el poeta Ibn Ammar comentó: “Tan elevado lugar que el corazón, si se atreviera, podría hacer de él peldaño hacia las nubes”. Por eso, en la Antigüedad primero la llamaron Tavara (alto lugar), los griegos Orospeda (sitio al que solo se puede llegar a pie) y los romanos Castrum Alto (fortaleza alta) Su emplazamiento, de carácter defensivo y excepcional atalaya, dibuja un paisaje hermoso a la vista.
Los árabes, sin embargo, le dieron el nombre de Saqura (Segura), lo que no impidió que la tomara Alfonso VIII en 1214, levantando sobre la fortaleza árabe el castillo actual; éste contiene una capilla de mediados del siglo XIII que evoca el mudéjar toledano. Luego el monarca castellano cedió la localidad a la Orden de Santiago. Siglos atrás, el rey godo Leovigildo batalló aquí en el siglo VI para expulsar a los bizantinos que dominaban la costa andaluza y pretendían adueñarse del valle del Guadalquivir. Pero fue bajo dominación árabe cuando Segura de la Sierra alcanzó mayor dinamismo. En el año 781 fue tomada por los musulmanes comandados por Abd al-Azid, lugarteniente de Tariq.
El castillo árabe domina la localidad de Segura de la Sierra.
Segura de la Sierra, debido a su situación geográfica, permaneció aislada del enriquecimiento comercial, cultural y social con que fenicios o griegos dotaron a las costas del sur y sureste español entre los siglos VI y III a.C.. Hasta que con la llegada de la familia de los Barca y la fundación de Cartago Nova, la situación cambió a mejor para pasar a ser una de las rutas habituales que comunicaban el Levante con el Valle del Guadalquivir, sobre todo con la próspera ciudad de Cástulo. El hombre que ideó dicho proyecto fue Amílcar Barca, aristócrata y militar púnico, resentido con Roma por el fracaso de la guerra de 264-241 a. C., ávido de revancha, deseoso de restaurar el poder de Cartago y aumentar el de su familia.
En el siglo XVI Segura de la Sierra se convirtió en un centro económico importante porque suministraba madera a toda la región transportada desde el río Guadalquivir. Los mejores ejemplares de troncos, fuertes y derechos, se reservaban para los mástiles y vergas de los barcos. Esto explica la aparentemente insólita declaración por Fernando VI, en 1748, de la comarca de Segura de la Sierra como Provincia Marítima. Pero llegaron los problemas: Los franceses arrasaron e incendiaron la localidad jienense durante la Guerra de la Independencia (siglo XIX) dejándola casi sin fondos documentales.
Torre de la iglesia de Segura de la Sierra./José Manuel Martínez Carrillo
Nació en este pueblo Jorge Manrique, el autor de las Coplas a la muerte de su padre, y todavía puede verse su casa natal. Del siglo XVI Segura de la Sierra guarda una hermosa fuente imperial con el escudo de Carlos V y la imponente fachada plateresca del Ayuntamiento, que fue convento de los Jesuitas.
Llama la atención la plaza de toros cuadrada. Todo el pueblo está declarado Conjunto Histórico-Artístico. Una maravilla visual, uno de los más destacados lugares con historia de Andalucía, por si en esta comunidad no hubiesen unos cuantos.
Las empinadas y silenciosas calles de Segura de la Sierra permiten un agradable paseo al viajero, que a lo largo de su camino va descubriendo el rico patrimonio de la localidad. En la iglesia parroquial del municipio hay una hermosa Virgen gótica y un interesante Cristo yacente. Del paso de los árabes por la zona la localidad guarda unos Baños, de tres naves, que corresponden a las salas fría (frigidarium), templada (tepidarium) y caliente (caldarium) que los romanos ya utilizaban.
Baños árabes de la localidad jienense./familiacazorlachica
Todo este paseo no estaría completo si el viajero no analiza los detalles del señorial castillo que se alza sobre la colina. De origen islámico, resultó transformado casi por completo a través de la Orden de Santiago, que situó en él el centro de la Encomienda de Castilla. Cuenta con Torre del Homenaje, alcázar y azotea almenara. De vuelta al casco antiguo de Segura, declarado Bien de Interés Cultural, el viajero descubre otros puntos de interés, como Mesón de Santo Domingo, la Puerta Nueva o la Puerta Catena.
No solo de patrimonio histórico presume Segura de la Sierra. El entorno natural de la villa, perteneciente a la comarca de Sierra de Segura, se encuadra dentro del magnífico Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas que, con 214.300 hectáreas, es el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa. Declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, esta espectacular zona cuenta con la mayor extensión boscosa continua y más concretamente de pinares de toda España, con representación de cuatro de las seis especies ibéricas. Y entre su fauna sobresalen jabalíes, ciervos, cabras montesas, gamos, buitres, águilas o quebrantahuesos. Nada menos.
Dónde dormir: Morciguillinas; Ctra. de Beas de Segura km 3; Cortijos Nuevos (Jaén); teléfonos: 953126152 y 953496332.
Dónde comer: Cortijo de Ramón; Ctra. de Beas de Segura km 23,5; Cortijos Nuevos (Jaén); teléfonos: 953496402 y 619073925.