Los consumidores son los principales beneficiarios de esta regulación aunque las marcas también pueden utilizar este baremo para obtener una mejor reputación de sus nuevos modelos. Desde 2009, las medidas de control son más exhaustivas y los análisis realizados son capaces de medir el comportamiento de los coches en situaciones como resistencia de habitáculos, protección de viajeros menores, absorción de impactos, golpes contra peatones, etc…
Sus ensayos de choque, protagonizados por los ya conocidos dummies, simulan distintas variables de impacto y colisión, reforzando así unos informes que son un referente internacional útil y un examinador aguerrido de la industria automovilística.
Su publicación es trimestral, y podéis manteneros informados de los nuevos modelos comprobados en su página web, existiendo también una versión latina del organismo, para ofrecer una certificación fiable en este sentido en el contienen americano.