Nunca me ha parecido bien, porque en muchos sitios más que aprender, ocupan un puesto de alguien que debería ser remunerado.
Eso que se está diciendo ahora, tras estallar la polémica con Jordi Cruz, que si no existieran esas personas, llamadas "stagiers" (no confundir con becarios, que en teoría tienen sus horas y reglas, y provienen de las escuelas de hostelería en general) el negocio no sería viable, en opinión de este vecino del mundo tiene su parte de verdad y de mentira.
Me explico. Las estrellas rutilantes, y michelines en general, cuando hablan de que su negocio no sería viable sin ellos, sin los "stagiers", probablemente se refieren, y forma parte de la verdad, a la "cadena" de negocios, que quien más, quien menos, tiene montado, desde que su nombre está en el candelero.
Pero si un negocio, un sólo restaurante, no funciona, habría que hacérselo mirar, y probablemente sería más un problema contable, que sería de fácil solución.
Otra cosa es que ahora la inspección de trabajo "descubra" lo que viene ocurriendo, presuntamente, desde hace muchos años y que no va a ser este vecino del mundo quien les ponga en solfa.
Por eso, cuando más de una de esas estrellas de la cocina, declara que lo que le guía a él es hacer feliz al cliente, este vecino se pregunta ¿Qué tiene, un negocio o una O.N.G.?
*FOTO: DE LA RED