La capital tailandesa es parada obligatoria en cualquier viaje por el sur de Asia, ya sea como destino final o como escala para visitar otros países de la zona. Sea cual sea tu razón para visitar Bangkok, hay (al menos) seis cosas imprescindibles que debes hacer, así que toma nota.
Dar un paseo en barco por el río Chao Phraya
Es una buena forma de descubrir la ciudad y a Bangkok no se la conoce como la «Venecia del este» por casualidad. En cuanto te montes en el barco y des un paseo por sus canales sabrás por qué. Tendrás unas vistas increíbles y podrás contemplar muchos de los principales lugares de interés, como el Gran Palacio o Wat Arun.
Las visitas comienzan en todos los embarcaderos principales y son bastante asequibles, incluso si los precios varían un poco.
Visitar el Gran Palacio
Es el monumento más conocido de Bangkok y algo que hay que visitar sí o sí. Construido en 1782, se trata de un inmenso complejo arquitectónico de gran belleza y fue residencia real.
Lo más recomendable es dedicar varias horas a visitar el palacio para poder ver con detenimiento los diferentes edificios y contemplar sus impresionantes pinturas. Si no tienes demasiado tiempo para visitar el palacio haz lo posible por no perderte Wat Phra Kaew, el templo del buda esmeralda. Aunque el precio de la entrada es bastante elevado, merece la pena ver su opulenta decoración compuesta por miles de piedras preciosas. Otros lugares que debes ver en el complejo palaciego son Hall Boromabiman y Hall Amarinda (la residencia del Rey Rama I).
Si tienes la suerte de estar en Bangkok cuando el rey va a la ciudad para cambiar el ropaje del buda esmeralda en marzo, julio o noviembre, vivirás una experiencia inolvidable, ya que la frenética actividad de la ciudad se detiene y los lugareños se dedican por completo a las celebraciones. Las entradas cuestan 200 bahts (unos 5 €).
Probar la auténtica comida tailandesa
Será una de las mejores cosas que hagas en Tailandia. El Pad Thai es un plato de pasta con pollo, variedad de verduras y cacahuetes. Es uno de los platos más conocidos y lo podrás encontrar en la mayoría de puestos callejeros desde 60 baths (1,50 €). Los restaurantes sirven toda suerte de platos típicos como el curri verde y otros menos habituales. El Tom Yum es muy recomendable y los postres son una buena solución a la sensación que deja un curri demasiado picante.
Si quieres darte un pequeño capricho durante la estancia en Bangkok ve a cenar al restaurante Vertigo de Banyan Tree Hotel, en la calle Sathorn. Los precios son altos según los estándares tailandeses, pero es uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Está situado en la 61ª planta del hotel y tiene unas vistas espectaculares, sobre todo cuando cae la noche.
Explorar los templos
El alma de Bangkok reside en los templos budistas repartidos por la ciudad, así que tendrás que visitar al menos un par de ellos. La arquitectura, las suntuosas decoraciones doradas y con elementos de piedra te dejarán boquiabierto. El Wat (buda) más famoso es el esmeralda, pero hay otros que merece la pena ver, como Wat Arun (el buda del alba), situado en la margen izquierda del río y Wat Pho (buda recostado). Procura visitar los templos bien temprano por la mañana si quieres evitar aglomeraciones y no pasar demasiado calor.
Darte un masaje
Después de tanto ajetreo viendo templos ¿qué mejor que relajarte con un buen masaje? El masaje tailandés tradicional es quizá el más conocido y te dejará como nuevo, listo para tu próxima aventura. Durante al menos una hora te estirarán y retorcerán buena parte de los músculos del cuerpo, así que prepárate para aguantar el proceso. Si lo prefieres, puedes optar por un masaje más suave con aceites esenciales o, si has caminado demasiado ese día, un masaje de pies te irá de perlas.
Ir al mercado flotante
El famoso mercado flotante de Bangkok completa nuestra lista de lugares imprescindibles y se encuentra un poco alejado de lo que es la ciudad en sí.
No te vamos a engañar: aquí vas a encontrar más turistas que tailandeses, pero el solo hecho de ver a la gente saltando de barca en barca para coger sitio e intentar venderte cualquier cosa vale la pena el desplazamiento.
Los estrechos canales están llenos de pequeños y largas barcas repletos de productos frescos y comprar algo a una señora en su barca te hará sentir casi como un lugareño, aunque sea por unos pocos segundos. Las barcas y también los puestos alineados en la orilla venden absolutamente de todo, desde frutas hasta ropa.
Y, si aún no lo has hecho, echa un vistazo a nuestros hostales en Bangkok y reserva con antelación. ¡Buen viaje!