-Entretenida y respetable en su propuesta, pero muy YA.-
Lo que nos cuenta. Kaz Brekker es el líder de una banda de jóvenes delincuentes, aunque muy dotados para su oficio, en la ciudad de Ketterdam. Cuando un portavoz del Consejo Mercante le propone una misión imposible, el rescate de un hombre que ha encontrado la fórmula para potenciar las habilidades sobrenaturales de los Grisha pero que está encerrado en el lugar más seguro del reino militarista y hostil de Fjerda, Kaz acepta la misión y reunirá un pequeño equipo para llevarla a cabo. Primera parte de la trama Ketterdam, que transcurre en una línea narrativa conocida como Grisha y en la que transcurren otras obras de la autora.
Mi opinión. Trabajo Young Adult (mucho, en especial respecto a los detalles que tratan de “enriquecer” las derivas de la trama pero que “debilitan” el conjunto) que mezcla la Fantasía con lo Steampunk fantástico (he ojeado varias obras así en fechas recientes. ¿Será una nueva tendencia?), de ritmo muy alto, muchísimo, que hace que se lea casi de un tirón, con personajes suficientes pero sin alardes (y que se ven venir en sus evoluciones si uno ha leído lo suficiente), diálogos ágiles, cierta previsibilidad general (que no individual ni concreta) a pesar de las revueltas de su trama, y que ofrece una obra bastante entretenida pero sin empaque literario en su globalidad.
Destacado. La edición española es, por contraposición a lo que se suele publicar de un tiempo a esta parte, bastante buena. Se nota la calidad del papel, de la portada, el detalle de los bordes negros de las páginas y muchas cositas más. Enhorabuena, señores de Editorial Hidra: da verdadero gusto.
Potenciales Evocados. La versión Young Adult (obvia y sin tapujos ni disimulos) “seria” de lo que les sucede a Los caballeros bastardos de Scott Lynch en Mares de sangre bajo cielos rojos (cuya reseña está lista para ser publicada el veinticinco de agosto del año que viene, así que tendrán que esperar un poco para leerla...) pero transcurriendo en su mayoría en una Genosha fantástica (y no en el enclave comercial de Tal Verrar) y siendo el objetivo del asalto una prisión (y no el casino conocido como La Aguja del Pecado).