Es frecuente sentir cómo nos congelamos ante la página en blanco, ya sea la de un ordenador o la de nuestra libreta de apuntes. Esa idea con la que nos fuimos a la cama la noche anterior, o la que nos asaltó durante la ducha matutina, se desvanece cuando pulsamos las teclas o cuando empuñamos el lápiz. Por ello, en esta ocasión, te hablaré de mi experiencia personal en la hora de escribir un relato. ¿De dónde me llega la iluminación?
- El diario local
Los autores podemos inspirarnos en cualquier noticia que escuchemos o leamos en los diarios locales. Por ejemplo, una vez escribí un cuento corto inspirado en la crónica de un bombero que provocaba incendios de manera furtiva, con tal de movilizar la estación para apagarlos.
- Las anécdotas familiares
Los testimonios familiares suelen dar cabida a verdaderas riquezas. A mí me encanta escuchar las anécdotas que me platican mis tíos, pues de ellas pueden derivarse lo mismo horrendas tragedias que simpáticas comedias. En una ocasión escribí cuatro cuentos de humor basados en la relación de los hermanos de mi madre. Claro que les cambié los nombres (para disimular un poco).
- Visitas a los museos
Escribí mi cuento “El escarabajo de Amunet” después de visitar un museo en el que se exhibían dos ataúdes egipcios. Uno de ellos correspondía al de un varón de la clase trabajadora, sin embargo, albergaba en su interior el cuerpo momificado de una mujer de la alta sociedad ¡Imagínense cuántas historias se pueden escribir a partir de este asombroso descubrimiento! Cualquier visita a un lugar cultural puede encender nuestra fantasía.
- Leer relatos
Siempre he sostenido que los grandes escritores se transforman en nuestros mejores amigos en el momento de escribir. Cuando escribo relatos suelo leer libros de relatos. Por ejemplo, leo a Horacio Quiroga, pues la rudeza de sus cuentos me fascina. Otro ejemplo es Chéjov, pues sus cuentos contienen tanta exposición de la naturaleza y sentimientos humanos que los hacen patrones a seguir. Encuentra un autor que te guste -o que quieras imitar- y se convertirá en tu aliado.
- La historia
Hoy más que antes, los escritores echan un vistazo hacia el pasado, hacia nuestra historia, para recuperar capítulos, episodios o personajes de los que no se ha escrito lo suficiente. Está de moda el género de novela o ficción histórica. La historia es un campo sin igual con un repertorio casi infinito presto para explorarse. En concreto, pienso que en México no se ha escrito lo suficiente acerca de los grandes gobernantes prehispánicos o del choque de culturas producto de la Época Colonial.
- Los viajes
Los viajes no solo nos ilustran, sino que pueden ser inspiradores. Lo negativo, lo positivo, lo dramático, lo curioso, que te ha dejado la experiencia de conocer un lugar lejano o una civilización diferente, puede ser plasmado en un relato.
Escribir, sea para ti mismo o de manera profesional, es una fuente enorme de satisfacciones. Date la oportunidad hoy. Visita y suscríbete a mi canal literario en YouTube para que estés al tanto de estos y otros temas relacionados con la escritura.
Me despido con una cita maravillosa del escritor argelino Albert Camus: “La ficción es la mentira a través de la cual decimos nuestra verdad”.
Hasta la próxima
Por Alex M. Fourzan