Seis horas. (ii)

Publicado el 04 abril 2020 por Jriquelmeib
Solían hablar de la situación actual , Angie y Adele, amigas de la infancia y nacida en el mismo barrio burgués . Aquél barrio que las vió nacer a ambas,y que no dejaba indiferente a nadie. Todo había cambiado desde entonces y mucho. Aún así las cosas, Angie podía llevarlo con cierto disimulo, debido a su avidez en la lectura de autores de época, de su afición por la filosofía y pintura, y por su pose , saber estar y buen gusto a la hora de elegir sus atuendos de fina marca. Adele, su amiga, mujer de envergadura y de excusada feminidad ,sin embargo, no hacía mas que cometer traspiés y repetir con tanta hartura su procedencia de cuna, provocando si cabe el rápido retroceso de status social. A decir verdad, mujer fiel y devota amante de la maldición y repetición de constantes groserías. Aquél desaire contra todo aquél que le decepcionaba en la vida, le rebotaba noblemente en su persona . Las calles de la ciudad parisina estaban vacías. Ya bien entrada la primavera recordaba la primera noche en la que Marcus empezó a tener aquellos sueños, apariciones en sueños sobre civilizaciones antiguas, lejanas en el tiempo. Aquella noche , la primera en la ciudad parisina, soñó por vez primera aquella ciudad, rodeada de un gran puerto, de aires orientales, olor a especias, oro en la decoración de aquel edificio que se mostraba majestuoso ante sus ojos. -¿Cómo llegaste allí, Marcus?.Pregunté en nuestra primera charla sobre estos encuentros. -Recuerdo bajarme por una pasarela, de un gran barco. Era un puerto, grandísimo, otros barcos esperaban allí. -¿Ibas sólo?. -Alguien me hablaba constantemente cuando nos apeamos, iniciamos una andadura de aproximadamente treinta minutos, pero sinceramente no recuerdo nada sobre él. Ni siquiera podría describirtelo. Es curioso, como ciertos detalles se difuminan, y solo otros todavía permanencen en mi recuerdo. Añadió con cierta confusión Marcus. -¿Qué más recuerdas?. Cuéntame. -Después de bajarnos del barco y caminar, ammmmm creo que divisamos un gran ....Bazar. Sí, eso, un mercado en el que dos estatuas gigantes, antecedían a lo que más tarde iba a ver . Pasillos gigantes, de decoraciónes recatadas y finas. Bullicio, altas estatuas de grandes cabezas dragonadas, también otras con barbas rizadas, con gran expresión de severidad,(no recuerdo si..... y telas de seda por doquier. Aquellos pasillos infundían un extraño misterio. Había descubierto como en aquellas tiendas afincadas en los estrechos corredores, a uno y otro lado, había una especie de cajoneras de las cuales brotaban plantas, que crecían por segundos, con voz femenina. Uf, no sé la verdad, esto es una locura y vas a pensar que..... -Me sorprende mucho, pero te conozco desde hace tiempo y nunca le has dado tanta importancia a algo así. ¿Por qué ahora te preocupa tanto?. ¿En que andas metido ahora?. Insistí en sacarle algún detalle más sobre este sueño , al cual desde hacía dos meses estaba dando tanta importancia y le había recluído en casa, en su biblioteca, rodeado todo el día de libros de historia, de arte de antiguas civilizaciones, de filosofía.... -El brillo en el horizonte a la hora de partir, me hizo concluir que era El Antiguo Egipto, no sabía exactamente dónde, pero todo fue tan real....Es más, y ahora me atrevo a decir que era la antigua Luxor. -¿Cómo lo puedes asegurar?. ¿Has estado antes allí?, Quizás leíste algo o víste en algún libro , el cerebro humano actúa así. Lo almacena, lo dirige al subcosnciente y después lo asocia en sueños, tan divertidos o tan extraños y estúpidos. _Jamás, claro que he oído hablar de Luxor, no me vaciles,pero ya sabes que mi dedicación son mis clases de Literatura, y la Historia la dejé aparcada hace mucho tiempo. Después de lo que pasó , ya sabes, mi vida es la Universidad y mi familia. Angie y nuestra hija Sophie. Pudiese ser un sueño más, ya está. Pero ¿sabes?...Dos días más tarde recibí una carta, con un matasellos egípcio. Al principio, simplemente pensé que podría tratarse de la misma propaganda de siempre, más y más cursos asociados a esta universidad, visitas al campus de Erasmus, ó quizas la presentación de alguna tesis, maniobrada desde el exterior y a esperas de ser presentada en París. -¿Entonces , qué carajo contenía? -Una estampa de un Vali egipció. -¿El qué...? -Bueno, yo no lo reconocí, solo ví la estampa y empecé a preguntar en la Facultad de Historia, a German , catedrático de Historia Moderna . No lo reconocío, además si se trata de una estampa, podría ser cualquiera, como sabes se solía idealizar mucho . Sin embargo, por el atuendo, no pertenecía a una edad lejana en el tiempo, pero me dijo que preguntase a Denise, el Doctor en Historia Contemporánea, pues este Vali ó gobernador databa de 1831 más o menos. Et Voilá! -¿Qué te dijo?- pregunté con ansia de saber o decepcionarme del todo. -Bueno, se trataba de Mehmet Alí, gobernador de Egipto hacia 1831. Respondió, como si ahí fuera la respuesta a todo . -¿Y, ya? ¿Eso es todo?- -Espera, no seas impaciente....es quien, instigado por Jean-François Champollion, ofreció a Francia a principios de 1830 los dos obeliscos erigidos delante del templo de Luxor. La Revolución de 1830 enturbió la donación, pero Mehemet Ali confirmó su regalo en noviembre de 1830. Champollion fue quien recibió el encargo de elegir cuál de los dos obeliscos llegaría primero a Francia. -Sí, ya veo , pero ...Sigo sin entender la relación. Me pierdo. -Espera, aquí viene lo bueno amigo Un buque, especialmente fletado para esta misión, el Luxor, comandado por Raymond de Verninac Saint-Maur, salió de Toulon en abril de 1831 y remontó el Nilo en agosto. El barco fue cargado con el monolito en diciembre y descendió el Nilo en agosto de 1832. De vuelta a Toulon en mayo de 1833, llegó a París en agosto de 1834 después de remontar el Sena. Entonces fue depositado tendido al principio de la calle Cours Albert 1. -!Mon dieu!, y tu piso está en la calle del mismo nombre. -!Asi es mon ami!. Pero aún hay más...