Seis meses conmigo

Por Yoisasi

Después de seis meses juntas (mi hija y yo) a veces me doy cuenta de que no soy consciente de que he dado vida a un ser humano, que duerme conmigo todas las noches, que lo alimento y que soy Madre. Si, físicamente noto que mi mirada ha cambiado, ya no veo a esa niña mía interior…Mis emociones y mi percepción de la vida también han cambiado. Noto que me afectan las cosas que realmente son importantes y que lo superfluo no llega a calar en mi corazón. Noto que mi instinto maternal está en la cumbre ya que si oigo a un niño llorar me emociono y me da un escalofrío por todo el cuerpo con ganas de ir a ‘salvar’ a esa criatura.Doy prioridad a mi hija, a mi Vida; doy prioridad a su comodidad; a su estabilidad emocional; doy prioridad para darle todo mi amor y mi cariño para que no se sienta sola en este mundo ya que es una recién llegada y necesita sentirse acogida y nunca sola, como algunos ‘entendidos’ nos intentan convencer con que hay que dejarles que lloren, que luego se mal acostumbra,según ellos. ¡Por el amor de Dios si sólo es un ser recién llegado que necesita calor y acogimiento para no sentirse solo en la inmensidad! Y lo mismo opino con el tema del ‘colecho’, pues si, soy partidaria de que mi hija duerma conmigo y, tranquilos todos, que no se va a malacostumbrar, llega un momento en que los niños piden su independencia. ¿Cuántos adolescentes hemos visto dormir con sus padres?Pues eso, no nos adelantemos al futuro y demos lo mejor que podamos ya que lo necesitan y mucho más.
Cada día es más especial su compañía porque ya te reconoce como Madre, ya sabe ciertamente quién eres y creo que es un momento importante para que nos comuniquemos con nuestro hijo verbalmente, porque nos entiende. Es importante decirle con palabras lo que sentimos, lo que estamos haciendo, a dónde vamos para que se sienta también que forman parte de nuestra vida y que sepa qué es lo que ocurre en nuestra vida cotidiana, ya sea desde cambiarle un pañal hasta ir de compras como un simple enfado nuestro. Es una manera de empezar una buena comunicación con tu hijo.
Hace unos días me resfrié por estos cambios tan bruscos de temperatura y claro, al dar pecho ella también se resfrió y estaba con mucha mucosidad. Así que preparé media cucharadita de kuzu diluida en agua, la calenté en un cazo con un pelín de agua y removí con una cuchara de madera hasta que se quedó espesito. Una vez enfriado lo puse en un vaso pequeño y se lo acerqué a la boca. Cual fue mi sorpresa cuando vi cómo cogía el vaso con las dos manos y empezaba a beberse el kuzu, estaba emocionada, tanto ella como yo. Pude comprobar que no necesitaba dárselo ni con cuchara ni con biberón. Pues así, tres tomas durante un día y como nueva, por la noche ya estaba recuperada, cosa que a mi me costó un par de días más.
El kuzu (pueraria hirsuta o matsum o lobata) es un almidón extraído de unas raíces volcánicas que se utiliza para hígados sobrecargados e intestinos debilitados. Tiene bastantes propiedades, entre ellas: dolores articulares, hepatitis, resacas, regeneración intestinal, gripes, alergias, inflamación de los intestinos, problemas de pulmón, fiebres, problemas de piel. Como veis es bastante bueno y sobre todo es muy eficaz para eliminar mucosidades. Más info en ‘Regenarción Intestinal con Kuzu’
Preparación para un adulto: Diluimos una cucharadita de kuzu molido en una tacita de agua fría y luego se echa en un cazo que lleve un poco de agua hirviendo. Se remueve bien, a fuego lento, con una cuchara de madera durante unos minutos hasta que quede transparente y gelatinoso. Dejamos que se entibie y tomamos en ayunas aunque también se puede incorporar a sopas y cremas de verduras (al fina de la cocción), por ejemplo, ya que ayuda a espesar los líquidos además de tener sus propiedades terapéuticas.
Pues ahí estamos, creciendo y aprendiendo de estas preciosas criaturas que llegan a nuestra vida para enseñarnos a vivir intensamente, a vivir el día a día y ser más conscientes de lo que realmente es el Amor: entregarse sin esperar nada a cambio y sentirse uno estupendamente y libre por ver y sentir que es todo es más sencillo de lo que creemos nosotros, los supuestamente adultos.
Salud y Buenos Alimentos
Yo Isasi