El toque estupendo de los Şekerpare es que después de sacadas del horno se riegan con un almíbar azucarado, por lo que quedan hinchadas, tiernas y "emborrachadas" de azúcar.
La elaboración no es difícil, aunque hay que tener en cuenta que se hinchan bastante al hornear, por lo que es mejor hacerlas tirando a pequeñitas (¡a mi me quedaron enormes!). Otro truco para que no se agrieten (ejem) es dejar el horno entreabierto hasta que comiencen a subir. Igualmente, aunque mejorables, para adentro que fueron. ;)
¡Feliz fin de semana!
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Ingredientes 250 g de harina
75 g de azúcar glas
125 g de mantequilla
10 g de levadura
50 g de sémola
3 huevos
1/2 cucharadita de vainilla
Almíbar:
500 g de azúcar
1 limón
Preparación
1. Hacer un volcán con la harina. Poner dentro del "cráter" el azúcar glas y 125 g de mantequilla cortada en láminas.
2. Añadir la levadura, la sémola, los huevos y la vainilla. Amasar bien aplastando la mantequilla con los otros ingredientes hasta que se mezclen bien. Hacer una bola con la masa. Dejar reposar 20 minutos.
3. Dividir la pasta en "salchichas" y cortarla en trocitos. Con cada trocito, amasar una bolita con las manos (más pequeña que una pelota de golf porque luego se hinchan un tercio de su tamaño aprox.).
4. Untar una bandeja con paredes altas de mantequilla. Poner las bolitas dentro. Con una boquilla de manga pastelera se le puede hacer un dibujo redondo encima, que es lo tradicional.
5. Hornear 20 minutos a 180 °C. {Un truco para que no se agrieten (que a mi se me pasó) es dejar entreabierta la puerta del horno hasta que comiencen a subir.}
6. Mientras tanto, hacer el almíbar: hervir 50 cl de agua con el azúcar y el limón cortado a rodajas. Retirar del fuego con el primer hervor.
7. Sacar las galletas del horno y regar inmediatamente con el almíbar. Tapar la bandeja con aluminio hasta que se enfríen. Las galletas absorben todo el almíbar y quedan de lo más tierno. Se pueden decorar con pistachos.
{Receta del libro Turquía: La cocina mediterránea}