Selección de poemas - Julio Cortázar - en su año homenaje
Publicado el 28 febrero 2014 por Adriagrelo
Quizá la más queridaMe diste la intemperie,la leve sombra de tu manopasando por mi cara.Me diste el frío, la distancia,el amargo café de medianocheentre mesas vacías.Siempre empezó a lloveren la mitad de la película,la flor que te llevé teníauna araña esperando entre los pétalos.Creo que lo sabíasy que favoreciste la desgracia.Siempre olvidé el paraguasantes de ir a buscarte,el restaurante estaba llenoy voceaban la guerra en las esquinas.Fui una letra de tangopara tu indiferente melodía.BrumaBuscar lo remoto con férvidas ansiasY en limbos extraños hundir obstinado el deseo.Que el ritmo, lo Impar de Verlaine nos conduzcaY acordes oscuros de queda armoníaMarquen nuestros pasos sobre el gris sendero.Debussy... maestro... quiero sinfoníasQue esbocen con notas pinturas de nieve y acero:Baudelaire... te pido me des una plumaQue en noche de insomnioHayas estrujado contra tu cerebro.Manet, por los bordes de tus concepcionesVagaré anhelante de encontrar lo BelloQue me niegan todosLos que no han tenido como tú el llamadoDel aire, del ritmo, del amor y el cielo.A aquellos que ansiosos de alturaCon honda ternura se aferran al Arte dilecto.Quiero incorporarme: desdeñar los claros,Firmes horizontes del actual caminoQue hallaron mil veces los genios. PrefieroCon gesto absoluto y un rictus de firme osadíaEn limbos extraños hundir obstinado el deseo.Buscar lo remoto con férvidas ansias...Yo que sé que es difícil, vago e hipotético.Pero no abandono ni a Verlaine ni a Byron,Porque... ¿quién lo sabe?Acaso de pronto, nítido y brillanteDel fondo impreciso de mis horizontesBrote el gran misterio...!A una mujerNo hay que llorar porque las plantas crecen en tu balcón, nohay que estar tristesi una vez más la rubia carrera de las nubes te reitera loinmóvil,ese permanecer en tanta fuga. Porque la nube estará ahí,constante en su inconstancia cuando tú, cuando yo -pero porqué nombrar el polvo y la ceniza.Sí, nos equivocábamos creyendo que el paso por el díaera lo efímero, el agua que resbala por las hojas hastahundirse en la tierra.Sólo dura la efímero, esa estúpida planta que ignora latortuga,esa blanda tortuga que tantea en la eternidad con ojoshuecos,y el sonido sin música, la palabra sin canto, la cópula singrito de agonía,las torres del maíz, los ciegos montes.Nosotros, maniatados a una conciencia que es el tiempo,no nos movemos del terror y la delicia,y sus verdugos delicadamente nos arrancan los párpadospara dejarnos ver sin tregua cómo crecen las plantas del balcón,cómo corren las nubes al futuro.¿Qué quiere decir esto? Nada, una taza de té.No hay drama en el murmullo, y tú eres la silueta de papelque las tijeras van salvando de lo informe: oh vanidad decreerque se nace o se muere,cuando lo único real es el hueco que queda en el papel,el golem que nos sigue sollozando en sueños y en olvido.Ganancias y pérdidasVuelvo a mentir con gracia,me inclino respetuoso ante el espejoque refleja mi cuello y mi corbata.Creo que soy ese señor que saletodos los días a las nueve.Los dioses están muertos uno a uno en largas filasde papel y cartón.No extraño nada, ni siquiera a tite extraño. Siento un hueco, pero es fácilun tambor: piel a los dos lados.A veces vuelves en la tarde, cuando leocosas que tranquilizan: boletines,el dólar y la libra, los debatesde Naciones Unidas. Me pareceque tu mano me peina. ¡No te extraño!Sólo cosas menudas de repente me faltany quisiera buscarlas: el contento,y la sonrisa, ese animalito furtivoque ya no vive entre mis labios.Resumen de otoñoEn la bóveda de la tarde cada pájaro es un punto delrecuerdo.Asombra a veces que el fervor del tiempovuelva, sin cuerpo vuelva, ya sin motivo vuelva;que la belleza, tan breve en su violento amornos guarde un eco en el descenso de la noche.Y así, qué más que estarse con los brazos caídos,el corazón amontonado y ese sabor de polvoque fue rosa o camino.El vuelo excede el ala.Sin humildad, saber que esto que restafue ganado a la sombra por obra de silencio;que la rama en la mano, que la lágrima oscurason heredad, el hombre con su historia,la lámpara que alumbra.Flora y fauna del ríoEste río sale del cielo y se acomoda para durar,estira las sábanas hasta el pescuezo y duermedelante de nosotros que vamos y venimos.El río de la plata es esto que de díanos empapa el viento gelatina, y esla renuncia al levante, porque el mundoacaba en los farolitos de la costanera.Más acá no discutas, lée estas cosaspreferentemente en el café, cielito de barajas,refugiado del afuera, del otro día hábil,rondado por los sueños, por la baba del río.Casi no queda nada; sí, el amor vergonzosoentrando en los buzones para llorar, o andandosolo por las esquinas (pero lo ven igual),guardando sus objetos dulces, sus fotos y leontinas ypañuelitosguardándolos en la región de la vergüenza,la zona del bolsillo donde una pequeña noche murmuraentre pelusas y monedas.Para algunos todo es igual,mas yo no quiero a Rácing, no me gustala aspirina, resientola vuelta de los días, me deshago en esperas,puteo algunas veces, y me dicenqué le pasa, amigo,viento norte, carajo.
Julio Cortázar: Novelista, cuentista y poeta argentino. Nació en Bruselas, Bélgica, el 26 de agosto de 1914 y murió el 12 de Febrero de 1984 en París, Francia. Se recibió como maestro de escuela y traductor en la Universidad de Buenos Aires y trabajó en varios pueblos de Argentina como docente. Formó parte de la Cámara Argentina del Libro en Buenos Aires de 1946 a 1948 y fue traductor independiente en Argentina de 1948 a 1951, año en que se mudó a París, Francia, donde fijó definitivamente su residencia y se ocupó como traductor de la UNESCO, viajando continuamente por toda Europa y fuera de ella mientras desarrollaba una brillante y prolífica carrera literaria. Es uno de los escritores latinoamericanos más reconocidos, sobre todo por su novelística, en la que sobresalen títulos como Los premios (1960), Rayuela (1963), 62/Modelo para armar (1968), Libro de Manuel (1973).