Acariciar una pieza de selenita es muy placentero. Su suavidad la hace diferente de los demás minerales. (Os invito a ello y ya me contaréis). Su característico color blanco, satinado, perlado o a veces hasta incolora y transparente, hacen de ella una pieza de decoración exquisita y bella a la vista. Debido a sus peculiares características, se comenta (metafóricamente hablando) que las alas de los ángeles están hechos de selenita.
Los especialistas en Feng Shui utilizan la selenita para como lámparas que se usan como ionizadores del ambiente, ya que al calentarse por efecto de la bombilla instalada en su interior, emiten iones negativos que ayudan a reducir los agentes contaminantes del aire, teniendo efectos beneficiosos para el bienestar:
Alivia los dolores de cabeza y jaqueca.
Fortalece el sistema inmunitario.
Mejora la concentración
Contribuye a la relajación
Combate la tristeza y la melancolía
La selenita también se suele usar para ayudar a aclarar en la toma de decisiones o problemas o en estados de confusión mental. (No puedo garantizar que surja resultado, solamente estoy reflejando lo que he leído en diversas publicaciones).
Besos desde mi blog!!!!