Selfies postcoitales

Por Soniavaliente @soniavaliente_

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Señores, lo de las autofotos se nos está yendo de las manos. El exhibicionismo mayúsculo de la era de Internet ha perdido el pudor además del norte. Ella era una defensora a ultranza de las ahora llamadas ‘selfies’. Pero de las selfies amorosas. Con su chico, con su madre, sus hermanos, su sobrina… Le parecen la máxima expresión del afecto. El hecho de ponerse muy juntos, tratar de acertar con el encuadre y la luz. Las risas están garantizadas. Porque uno de los dos protagonistas, indefectiblemente, sale terrorífico. Es inversamente proporcional. ¿Lo han comprobado? Cuanta más guapa sale una de las dos personas en la foto más fea sale la otra. Y así no hay quien llegue un entente cordiale sobre cuál postear en Facebook o a Instagram. En esta estoy gorda y tú sales con los ojos cerrados. Aquí estoy bien yo y tú sales bizca. Y así.

Ella pensaba que la fiebre de las autofotos había llegado a su máxima expresión cuando Obama, Cameron y Thorning-Schmidt se autoinmortalizaron en el funeral de Mandela. Se equivocaba. Tras esa selfies llegaron muchas más. Como la autofoto más retuiteada de la historia, por ejemplo, que se hicieron las estrellas de Hollywood capitaneadas por Ellen Degeneres. Toda una lección de emplazamiento publicitario en sí misma.

Ahora llega la enésima nueva moda entre las estrellas: las ‘morning selfies’, una autofoto con la cara lavada para demostrar que una al natural mola más. Porque yo lo valgo. Pero esta moda es efímera.

Foto: Beyoncé/Instagram

Y ya se impone el after sex, lo que viene siendo echarse una foto después de cohabitar. Así, con el espécimen al lado, de cualquier manera, la cara hinchada y esos pelos. ¿Se han dado cuenta que, de repente, necesitamos documentarlo todo? Qué pereza. Por el sexo, dice.