Siempre lo digo, en casa somos muy de improvisar, he aprendido que con niños pequeños es mejor no hacer planes muy cerrados porque acabas por frustrarte. Con esto quiero decir que, aunque el resultado de la manualidad de hoy ha sido un marcapáginas para San Valentín (muy a tono con esta semana), la cosa empezó por culpa de un capítulo de Caillou.
El sábado LittleAna vió como la abuela de Caillou hacía sellos con una patata y alucinó: -¡Yo quiero pintar con patatas mami!- a mi este plan me recordó a una escena de Libertarias que se me quedó grabada de pequeña y me hizo gracia ponernos con el plan.
Materiales... ahí los tenéis: temperas, papel, una patata y cuchillo. Lo del papel de plata me pareció la mejor opción para hacer de paleta porque imaginaba lo que se venía encima, ya son casi cuatro años de experiencia con Little.
Mientras Ana seguía viendo la tele me fui a la cocina y, con pulso de cirujano me esculpí tres sellos: un aspa, un corazón y (viendo que Anuski se impacientaba por pintar) un triángulo y media patata tal cual.
En el papel de plata puse tres pegotes de tempera para que ella fuese experimentando con esto de mezclar y ¡listo!.
Fue buena idea dejar media patata lisa porque fue lo que más disfrutó ella. Los sellos no siempre le daban el resultado que ella quería y se mosqueaba. En cambio, ese buen trozo de patata le dio muchas alegrías y se dedicó a pintar lo que ella llamó "los huevos fritos", aquí los tenéis.
Y aquí viene cuando, observando todo lo que habíamos pintado podíamos salvar algunos fragmentos y darles un uso. Fue así como recorté una sección y le di el toque de esquinas redondeadas con mi troquel (caprichos de una).
Así quedaba muy sencillo y me gustó pero luego, mientras Little y su papi se echaban la siesta le añadí un dibujo de los tres incluido mi tripón.
Como veis es fácil y podéis hacer un montón de cosas, no es exclusivo de San Valentín. Mi hija se lo pasó fenomenal y yo con ella. Animaos a hacer este tipo de actividades, así la tarde pasa volando.
See you later alligator!