Marc Jacobs nos sorprende con una colección serena, sutil, sin pretenciones. Una nueva visión de la modernidad planteada a través de la simplicidad con referencias a los años 20 y 70.
La paleta de color destaca por los tonos crema, los grises y las notas de color en pasteles, amplia selección cromática pero evitando los tonos vibrantes.
Las lanas se tornan poéticas y los tejidos lujosos que invaden sus capas y vestidos de noche, sus juegos de proporciones...