La Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por Naciones Unidas en 1948, reconoce, en su artículo 23, que “toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo“. También la Constitución Española, tantas veces reivindicada en unos aspectos como incumplida en otros, establece, en su artículo 35, que ”todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo“.
En ambos casos, se trata de palabras y compromisos tan vacíos de contenio, que han caído en el olvido, sin que nadie asuma ninguna responsabilidad ante lo que constituye, al menos en mi opinión, una violación sistemática de la Declaración de los Derechos Humanos Fundamentales y la Constitución Española. Más de cuatro millones de personas carecen de empleo en nuestro país y muchas de ellas no reciben ninguna prestación social. Me gustaría saber qué ocurriria si cada una de ellas denunciara al Estado como responsable subsidiario de su situación. Al fin y al cabo, entre sus competencias está cumplir la Carta Magna y más aún en un apartado clave como es el acceso a un puesto de trabajo.
Nos dirán que es un asunto ajeno a su voluntad, que el drama del paro se inscribe en una crisis global, que hacen todo aquello que está en sus manos,… Pero sabemos que todo es una gran mentira. Vicenc Navarro, catedrático de la Universidad Pompeu Fabra y director del Observatorio Social Europeo, escribía ayer en el diario Público un artículo, titulado “Trabajo y calidad de vida”, en que el desgrana alternativas factibles y propuestas concretas para generar empleo. Entre ellas, reducir el número de días laborales de cinco a cuatro. La patronal, lógicamente, no tiene ningún interés en medidas como ésta, por temor a perder parte de sus beneficios empresariales. En cualquier caso, Vicenc Navarro deja claro que hay otros caminos para hacer frente a la crisis y crear puestos de trabajo. Ojalá le escuchen. Están en juego nuestra calidad de vida y nuestro futuro.
http://blogs.publico.es/dominiopublico/2550/trabajo-y-calidad-de-vida/