Semana mundial de la lactancia materna. Mis historias de lactancia

Por Felizenbrazos

Del 1 al 7 de Agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2013. La WABA (World Alliance for Breastfeeding Action), ha anunciado su lema de este  año: “Apoyo a las madres que amamantan: cercano, continuo y oportuno”.

Con esto se quiere tomar conciencia de la importancia que tienen los grupos de apoyo, la ayuda que reciben las madres cuando están pasando por un problema con su lactancia, ayuda que viene de iguales, de otras madres que ya han pasado situaciones similares.

Esta ayuda se obtiene, en la mayoría de los casos, en grupos de apoyo a la lactancia, grupos y asociaciones que ayudan, acompañan, apoyan e informan a madres lactantes. Los grupos de apoyo se reúnen periódicamente. Y se ha demostrado, desde hace ya algunos años, como estos grupos son el mejor recurso para llegar cada vez a más madres y asegurar una lactancia correcta, no solo en sus inicios, sino también, mantenida a lo largo del tiempo, una ayuda que evita abandonos precoces del amamantamiento.

La Semana Mundial de la Lactancia Materna se celebra en el aniversario de la Declaración de Innocenti, firmada en 1990, sobre la protección, el fomento y el apoyo de la lactancia materna. En Europa, como Agosto es un mes mayoritariamente vacacional, se posponen las celebraciones a la primera semana de Octubre.

Hoy, 1 de Agosto, es el día Mundial de la lactancia materna. Y quería aprovechar para hablar de la mía propia. Los que me leéis, no vais a encontrar nada nuevo, ya sabéis que hablo mucho de lactancia y alguna vez he contado mi historia, pero no podía dejar pasar esta oportunidad y hacer un pequeño resumen de lo que ha sido y es, para mí, la lactancia.

Tengo dos hijos y he tenido dos lactancias diferentes. Por suerte, nunca he tenido problemas al inicio de las mismas, de grietas, malas posturas o “falta” de leche (nótese que lo pongo entre comillas). Y digo por suerte, porque hace 11 años no sabía lo que sé ahora. Y no conocía ningún grupo de apoyo. Si al principio hubiese tenido problemas para iniciar una lactancia satisfactoria, no sé qué habría pasado. Porque, en aquella época, recibí más de un consejo que hoy sé que es erróneo. A mi príncipe y a mí nos “pautaron” la lactancia con reloj. Los primeros días fueron caóticos en ese sentido, porque todo el mundo sabía y comentaba y me decían que le dejase llorar porque no podía tener hambre…bueno, nada que la mayoría de vosotras no haya oído también. Por suerte, cuando pasaron los días de las visitas continuas, comprobé que si no hacía tanto caso al reloj, el príncipe no lloraba, mamaba y se quedaba más tranquilo. Aun así, nunca llegó a ser una lactancia a demanda en toda regla. Y con 8 meses, se terminó. Por culpa de la falta de información, que hicieron que sustituyera tomas por alimentos, que usara leche artificial para preparar papillas de cereales….Me dio mucha pena, porque habían sido unos meses muy bonitos. Todavía hoy recuerdo con cariño como, cuando era un poquito más grande, con 6 o 7 meses, cuando veía la teta daba grititos de alegría y se lanzaba de cabeza.

En cambio, con la princesa, todo ha sido distinto. Y ha sido gracias a la información. Durante el embrazo leí todo lo que caía en mis manos sobre lactancia, me hice una experta. Y desde el momento en que nació, en el primer segundo, ella se enganchó a la teta y ya no se ha soltado. He escuchado los mismos comentarios y los mismos consejos que con el príncipe, pero los he ignorado todos. Porque esta vez estaba preparada. He ido a grupos de apoyo a la lactancia, una vez a resolver una duda, cuando la peque tenía unos 4 meses, y el resto de las veces, he ido en calidad de madre, a ayudar y apoyar a otras madres. TAmbién he asistido a un curso de Formación en Lactancia para personal sanitario (soy enfermera). He conseguido que algunas madres de mi grupo de Mamás de Marzo, no hayan sucumbido a los comentarios y ahora, 17 meses después, sigan dando la teta a sus peques. Y sigo ignorando los comentarios que me hacen por darle la teta a una niña “tan mayor”.

Para nosotras, y para el resto de las madres, la teta no es solo alimento. Es amor, consuelo, complicidad. Son caricias, risas, sueño. Es cobijo, ternura y por supuesto, alimento.

En este día mundial de la Lactancia Materna, por favor, hagamos llegar el mensaje a las madres y al resto del mundo, que la lactancia es lo mejor para nuestros hijos, que somos mamíferos y dar la teta es lo natural. Y que todas podemos, que si hace falta, hay mucha ayuda disponible, muchas madres, que como yo, intentan llevar el mensaje a otras madres.

¡Feliz día y feliz semana de la lactancia materna!