Semana Temática de Primer verano en Piedras Verdes: Reseña

Publicado el 02 septiembre 2012 por Ali
¡Llega la reseña de Primer verano en Piedras Verdes! 
   Siendo esta la primera actividad "oficial" de la semana temática, empapaos de la esencia del libro, que los próximos días tendréis que tener una base para saber más sobre éste.
Dos mundos, dos caminos, una historia.
Un camino de hierba junto al río. Cuatro chicos pasan el verano en Piedras Verdes, un apacible pueblo costero, sin más preocupación que estudiar y dejar discurrir las horas entre baños y excursiones. Pero sus habitantes ocultan un antiguo y terrible secreto. Los muchachos se verán envueltos en una muerte inexplicable, conocerán a un brujo, visitarán islas misteriosas, serán testigos de extraños ritos y se encontrarán rodeados de peligros. Sólo su amistad y su ingenio les podrán guiar a través de tan increíbles aventuras.
Un camino subterráneo excavado en la roca del tiempo. Los Cuatro Reinos viven en paz desde que el Rey Rojo desapareció. Las luchas con mûrkaghs y nür-hijks son sólo leyendas del pasado. O eso cree Abhad, el carpintero de barcos. Hasta que un día conoce a Sevso, el bardo que recorre las calles de Mohs-Elyahar guardando en su lira un oscuro misterio.


Son dos mundos tan distintos como el día y la noche. Son dosos historias que a primera vista nunca se podrán cruzar, pero cuyos cauces acaban desembocando en un mismo río.  Y son dos aventuras muy distintas, pero al mismo tiempo, demasiado parecidas, y un verano inolvidable.
  Guillermo y Gemma llegan a Piedras Verdes a pasar las vacaciones con su abuela. Para Guillermo, forma parte de su castigo, y tendrá que aprovecharlo para estudiar y poder recuperar en septiembre mientras ve a su hermana disfrutar. Jorge no tiene amigos y es el típico “friki” de turno. Susana vive en el pueblo y es una chica atrevida y guerrera. Cuando sus caminos se cruzan, la amistad entre este curioso grupo de chicos surgirá. Y de pronto, lo que parece que va a ser un verano monótono y sin novedades se convertirá en la aventura de sus vidas.
  Y es que algo raro está sucediendo en Piedras Verdes. Hay secretos que no pueden ser desvelados, y el grupo intentará destapar los misterios que se ocultan tras los muros de Piedras Verdes. Una extraña secta, un supuesto suicidio… Todo eso les llevará a pensar que hay más de lo que se sabe.
   Por otra parte, nos mudamos a Los Cuatro Reinos, un mundo atormentado por las tropas del desaparecido Rey Rojo que amenazan con terminar la tranquilidad que queda. Abhad, un humilde carpintero, junto con Sevso, un “simple” músico que pasaba por aquí, se encaminarán en la búsqueda de la paz. ¿Qué tendrán que ver estos dos grupos?
Opinión personal (sin spoilers)    ¡Bienvenidos a la primera parte de la Semana Temática de Piedras Verdes! Tras haber recibido el correo de Ediciones Tagus con la propuesta de reseñar el libro, empecé a devorarlo con muchísimas ganas. Y tengo que decir que me ha dejado con un sabor de boca delicioso.
Nos encontramos con una apuesta atrevida por parte del nuevo sello editorial Tagus: es una novela juvenil que se ha publicado únicamente en formato ebook. Como mujer tradicional y de costumbre, no me había leído ningún libro así, pero tengo que decir que ha sido un gusto, y que no os eche atrás el hecho de no tener el libro en papel.
Empecemos hablando sobre la prosa de Gómez Medina. Me ha gustado encontrarme con un libro completo a nivel narrativo que no se basa en el diálogo, ni parece un guion de cine. Normalmente, me molesta encontrarme con largas descripciones que se hacen pesadas y que interfieren en la acción de la novela.
   En este caso, y aunque sí que tengo que decir que de vez en cuando me ha sobrado algún que otro parrafillo –como siempre digo, esto es una manía y posiblemente defecto mío-, se me ha hecho ligero y rápido, porque el autor se centra mucho en lo que sucede sin irse por las ramas, y se preocupa en describir bien lo que toca. Con esto me refiero a que cada detalle del que se habla es interesante, y no está para rellenar. Además, al haber bastante acción, el lector no leeel lector devora las páginas, los capítulos, y de repente se topa con el final.
  Sobre los personajes, hay mucho que decir. Para empezar, todos y cada uno de ellos son un ejemplo de superación. Cada uno es distinto, pero a lo largo de la novela evolucionan una barbaridad, aprenden de sus errores y de sus puntos débiles, y hacen lo imposible para cambiar. Nos enseñan que, seamos como seamos, ya que todos son mundos diferentes (incluso dentro del grupo, no hace falta comprar a Abhad con Susana, por ejemplo), podemos aprovechar al máximo nuestro potencial.
   Además, para los que veraneamos en pueblos, es divertidísimo ver lo acertados que están algunos personajes secundarios, como la abuela Elisa, típica señora consentidora con sus nietos.
Sobre los secundarios, creo que el autor ha jugado de manera muy sensata con ellos. No pienso adelantar nada sobre la novela, pero solo os digo que estéis atentos, que leáis la historia con los ojos bien abiertos. Dejaré el tema diciendo que los personajes secundarios están muy relacionados con el tema de la narración: no dejéis pasar por alto los detalles. Todo es importante.
    La idea de mezclar dos historias tan distintas a primera vista me ha parecido una idea novedosa y genial por parte del autor. Al principio estaba un poco desconcertada… ¿qué tiene que ver ese tal Abhad, que vive en un mundo distinto, con un grupo de inocentes niños que pasan el verano en un pueblo como en el que yo veraneo? Poco a poco, el lector irá atando cabos, sospechando por dónde van los tiros.
   Aunque las historias sean tan diferentes, no os marearéis, porque están claramente separadas. Sin embargo, sí que tengo que decir que hay algo que sí que lo hace todo más difícil: los nombres de las criaturas, los gentilicios, los lugares y cómo se llaman las personas de Los Cuatro Reinos. Entiendo que, al ser de otro mundo, éstos sean diferentes a nosotros: no quedaría muy realista llamar a una criatura asesina Pedro José, pero hay momentos en los que los nombres complican las cosas, y hacen que se te olviden quién es quién, o qué es qué.
   La otra única cosa negativa que he encontrado ha sido el hecho de que en ocasiones me ha parecido un poco surrealista el hecho de que los chicos de Piedras Verdes se las apañen a la perfección y arreglen problemas fácilmente cuando en realidad en la vida real sería más complicado, como por ejemplo, construir una barca. Pero además de eso, problemas cero con el libro.
   Hay que aplaudir también a la editorial (además de al autor, pero ese es su trabajo) – no he encontrado ninguna falta de ortografía, ni de estilo, y eso es algo que es raro hoy en día. Se supone que es una “obligación” que un libro sea perfecto en este aspecto, pero es difícil encontrar libros así, ya que muchas editoriales deciden ahorrarse le pasta que deberían dejarse un corrector.
Al llevar dos años y pico en todo esto de los blogs (que, oye, queráis o no se nota el cambio entre el principio y ahora) he ido desarrollando un sentido arácnido que ha reaparecido en este novela – sé lo que va a pasar en ciertos momentos. He encontrado previsible algunos aspectos, pero es algo que no suele ocurrirle a toda la gente a no ser que esté muy atenta.

Y hasta aquí la reseña, señores, señoras, nür-hijks, mûrkaghs…


Nota final:
Y mañana ya será el tercer día de la Semana Temática de Primer verano en Piedras Verdes, así que atentos.
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