El martes nos dejaba Ray Harryhausen, quien, como muchos espectadores, se dejó conquistar a una temprana edad por la magia de la película King Kong de 1933, especialmente por el lado humano del gigantesco gorila protagonista. Harryhausen trabajó duro para labrarse una exitosa carrera en el cine, convirtiéndose en un pionero de los efectos especiales gracias a las criaturas animadas mediante técnicas de stop-motion que poblaron películas de corte fantástico como La isla misteriosa, diversas entregas de Simbad y Furia de titanes, donde lo que más destacaba eran los seres mitológicos que él había desarrollado. Retirado desde hace años, Harryhausen fue una fuente de inspiración para cineastas como Steven Spielberg, George Lucas, James Cameron y Peter Jackson, que continuaron su legado haciéndonos soñar a través del cine.
El jueves nos cogió por sorpresa la noticia de que Alfredo Landa nos había dejado. Retirado desde 2007, Landa era uno de los grandes actores del cine español, junto a José Luis López Vazquéz, capaz de mezclar comedia y drama a la perfección, como demuestran sus papeles en películas como El crack, Los santos inocentes o El bosque animado.
Esta mañana nos hemos visto obligados a despedirnos de Constantino Romero, actor de cine, teatro y presentador de televisión que destacó por su labor como actor de doblaje, convirtiéndose en la voz de Clint Eastwood, Terminator, Darth Vader y varios personajes de películas de Disney, realizando siempre un trabajo que nada tenía que envidiar al original y marcando a generaciones de espectadores. Dijo adiós al cine en 2012, doblando a Clint Eastwood en la película Golpe de efecto.
A los tres se les echará de menos, pero siempre se les recordará por su labor en el séptimo arte.