La sesión se presentaba como una parada más (aplazada) de su Evolution Tour, lo que supone comuna evolución en las selecciones y en las mezclas del productor y dj germano. Y desde luego los allí presentes (siempre y cuando no le hayan visto en citas reciente como Creamfields Andalucía) quedamos impregnados de las nuevas esencias del berlinés de adopción.De entrada, el genio alemán nos recibió con la remezcla de Mike Koglin del hit de Mat Zo 'Superman' (entramos con media hora avanzada de la sesión), una forma maravillosa de entrar el calor en la gélida noche madrileña.
A partir de aquí fue cuando el germano empezó a sorprender. cierto que sus seguidores somos conocedores que sus sesiones se basan en el ecleticismo. Un poco de jaus por aquí, sonidos tecneros por allá... pero la evolución también ha llegado a sus mezclas. La diferencia se atisba aún más clara para quienes presenciamos su sesión en Macumba el pasado marzo, donde, con tod el dolor de nuestro corazón, nos dimos cuenta de que el alemán empezaba a quedarse un poco desfasado. O bien sus sesiones nos sonaban ya en exceso.
Pues la evolución aterrizó en Macumba y de que manera. Desde el principio el público fue entrando en calor y a mitad de sesión se veían brazos en alto como pocas veces se abran visto en esa sala. Eso sí, a ritmo de progressive house. 'Svenska' de Matisse & Sadko o su propio 'Rock on' fueron de los temas que mas levantaron al respetable. Hasta el punto que el clímax de la sesión llegó con el remix de Tycho del tema de Marcel Woods 'BPM'. Justo a las cuatro, cuando la gente se pensaba que el bajón era el cierre y escucharon y sintieron todo el subidón que llevó la sala a la locura.
Para los amantes de PvD de toda la vida deciros que, efectivamente, también hubo tiempo para sus clásicos inmortales. 'Nothing but you', 'For an angel', 'Let go' o 'Time of our lives' sonaron, algunos de ellos encadenados, recordando porque Matthias Paul fue dos veces número uno del mundo y porque sigue siendo uno de los productores más afamados del mundo de la electrónica.Una sesión que cerró con un público entregado y deseoso de más, pero sin aplauso final. Ya que PvD en una ocurrencia sin igual, decidió poner las míticas siete primeras notas del tema 'The concert'. El público siguió entusiasmado esperando el tema de despedida... hasta que un minuto después de seguir tarareando, el alemán cerró sus Macs y tomó rumbo a Bramdenburgo. El público, enrarecido por el final, no se arrancó en una ovación que, sinceramente, merecía sobradamente.
Gracias de nuevo a Dj Freire por los magníficos testimonios visuales.