Sembrando disparos por madrid.

Publicado el 16 junio 2015 por Kuri Lonko @kurilonko
Me persigue un sueño que se repite una y otra vez, y es la visión de un caracol deslizándose por el filo de una navaja de afeitar, silenciosamente.( Coronel Walter E.Kurtz-Apocalypse now)

Autor: Kurilonko/Ropex

Cogió el pasamontañas, la 9mm, una tarjeta de crédito, sus zapatos de clacket y un bote de pintura spray color plata. Con imperturbable decisión monta y sale en su caballo de acero,- 1.100 cc de potencia desmesurada y rugiente,- a sembrar disparos en modo shuffle por la ciudad...al aire de la noche madrileña: zoológico cultural en el que damos vueltas...como las ruedas del carro del Señor Jagannath destrozando las cabezas de aquellos que iban directamente a la cabeza de la procesión.

La noche, cómplice húmeda y silenciosa de sus más afiebrados gritos interiores le dejaba hacer; sin pausa ni sentimientos pero con inexorable decisión, los disparos se suceden jalonando su camino. Resplandores trémulos de farolas alejándose sobre el pavimento que retrocede con celeridad bajo las ruedas. Palpitar del corazón, entero, firme y tranquilo; indiferente. El viento golpea y rasguña con fiereza la humanidad del jinete de tormentas en su carrera demencial, precipitándose inexorable hacia lo que intuye con fatalidad premonitoria. Olor a napalm B y carne quemada, explosiones que iluminan el cielo a sus espaldas con atronador bramido, interminable rugir de helicópteros que pasan una y otra vez sobre ellos; gritos de gente a su alrededor muriendo... las vísceras de Estevez colgando de las ramas de un árbol, cadáveres en descomposición... No hay tregua..., la picadora de cuerpos trabaja sin descanso en su afán de producción de cadáveres y sueños destrozados; no puede ni debe haberla mientras en este mundo palpite una esperanza o hasta que los gritos, aquellos que dia y noche rebotan al interior de su cráneo se callen porque nada debe quedar, nada más que los árboles desnudos de hojas y sus troncos incinerados, negros, como dedos esqueléticos apuntando hacia un cielo turbio por el humo y por la luz inmisericorde del sol rojo sangre. - "This is the end, my only friend, the end; No safety or surprise, the end...I'll never look into your eyes...again" -. Rostros, innumerables rostros de amigos y enemigos en sucesión; la cabeza de Uriarte desapareciendo ante sus ojos, llevada por el argumento incontrarrestable de una ráfaga de .50...Tinnitus...tinnitus incontenibles, insoportables. Balizas policiales a lo lejos bloquándole el paso.

Desde el momento en que cogió la Beretta y revisó el cargador, sabía que ese movimiento y los consiguientes ya estaban decididos, aún antes que se tomara aquella foto en la plaza del pueblo donde creyó ser feliz, tantos años antes...

Si, años antes. Años antes que descifrara el código que permitía reprogramar la realidad desde uno de sus ensueños paralelos; tiempos en los que una noche despertara en medio de un sueño opioso con aún fragmentos de la Gran Palabra Perdida, prendida en la punta de los labios...tiempo ha parecido pasar, mas, la simultaneidad imperturbable sigue allí mismo: monolítica, y nuestros verdaderos nosotros, con toda la retahíla de posibilidades, carencias y afectos fallidos siguen esperándonos sonrientes al final del camino-o a nuestro lado, asuzándonos, consolándonos- según se vea. Golems descartables en su perfección, productos vacuos de la mente de algún semidios ufano de su embriaguez creadora. "La última noche que estaré conmigo será una gran noche, plena de estrellas",-tarareó apagada y dulcemente.

¿Según se vea?- reflexionó-, sin querer escuchar el rumor de sus pensamientos en continuo y solapado forcejeo por hacerese un espacio, opacados por la urgencia del devenir próximo, porque, ¿ de qué lado del espejo se encontraba la realidad o lo que hemos convenido que es? ¿Soy yo realmente quien voy aquí, moviéndome, nimbado por la atrocidad de lo irreparable? ¿ O los que me esperan sonrientes al final del camino me ven venir precipitándome hacia su círculo, y por ese acto me dan corporeidad en este Universo...? Nada realmente importa, en unos pocos latidos del corazón, en los pocos que quedan lo sabrá... 4700 r.p.m., la motocicleta pegó un salto hacia adelante cuando dió todo el acelerador y éstas alcanzaron las 5100...se situó sobre la línea blanca que demarca la ancha avenida en 3 pistas y enfiló el monstruo rugiente hacia los vehículos policiales que le aguardan cerrando las salidas, clausurando las posibilidades. Se descorrerán las cortinas que ocultan esa realidad huidiza y podrá encaramarse a otro escenario: otra representación, otro público... o tal vez nada ni nadie. Oscuridad, cemento, titulares de la prensa durante unos dias y luego olvido... bello y anhelado amigo olvido.

Olvido, para siempre jamás y por los siglos y milenios de los milenios, olvido.

Damn!-masculló-, arrojando al pavimento el bote de spray vacío, sintiendo el sabor de sus mocos y lágrimas al fondo del paladar.

© La Consulta de Kurilonko/Ropex 2015.