Hoy me he levantado muy cansada pero también muy reflexiva. Alguien me ha dado las GRACIAS mil veces, desde bien lejos, por esta cajita. Muy fea por fuera pero llenísima de AMOR por dentro. Y ahí, en ese justo momento, me he parado a REFLEXIONAR (últimamente reflexiono mucho, lo sé):
Cuando yo he necesitado, siempre, de un modo u otro, alguien ha estado ahí, alguna persona/familiar/amiga/desconocido/señal, se me ha aparecido o me ha dado un toque de atención amoroso. Y siempre ha sucedido cuando yo menos confiaba (gracias infinitas maestro Javier Akerman)
Ahora, que empiezo a (re)descubrirme otra vez, a encontrarme de nuevo dentro el caos y a disfrutar de las revelaciones que me da la#desorganización, tengo la oportunidad de devolver un pedazito de toda esa ayuda que he recibido. Y quiero seguir devolviendo, sin compromiso y con toda la compasión del mundo, más pedazitos de mi, de mi esencia, pero sobre todo, más pedazitos de bienestar y revelación… Y así lo hago, muchas veces inconscientemente, otras muchas sin pensar.
¿Y por qué lo hago público? Porque quiero invitarte a que TÚ también SIEMBRES pedazitos de ti. Que repartas parte de tu esencia, conocimiento y amor. Porque no hace falta necesitar para dar, porque no hace falta recibir para entregar. Porque, simplemente, la vida es así: “Siembra y recogerás”. Y si tú no puedes recoger por cualquier motivo, deja que tus semillas convertidas en frutos las recojan los que las más las pueden necesitar.
Ains! Que lunes tan… tan… tan … hoy no es un lunes más.