Señales del Futuro: Determinismo

Publicado el 23 agosto 2010 por Alf

Hace poco tuve ocasión de ver la película Señales del futuro (lo sé, voy con mucho retraso en cuanto a pelis se refiere). El protagonista (Nicolas Cage) es un profesor de astrofísica del MIT, y al principio de la peli le vemos dar una charla a sus alumnos sobre el determinismo. Utilizando como ejemplo el hecho de que la distancia de la Tierra al Sol es la adecuada para permitir la vida tal y como la conocemos, expone dos concepciones contrapuestas: en una de ellas, el determinismo, todo ocurre por un motivo; en la otra, todo ocurre por azar.

Sin embargo, el personaje está exponiendo un concepto de determinismo que difícilmente podría enseñarse en una clase de astrofísica (o de ciencias en general), ya que no se trata de determinismo científico. Al usar el ejemplo de la Tierra, y plantear si el hecho de que haya vida en nuestro planeta es simple azar o hay algún propósito detrás, en realidad lo que está planteando es si existe algún tipo de «mano oculta» o «diseñador inteligente» que ha colocado cada elemento de la creación con un propósito determinado.

Como ya expliqué hace tiempo, el determinismo científico lo que nos dice es que todo tiene una causa. Pero no un propósito, una causa (que no es lo mismo). Si pudiéramos conocer todas las leyes físicas del universo, y pudieramos conocer el estado de todas las partículas que forman el universo en un instante dado, podríamos saber la evolución del mismo de forma determinista, o lo que es lo mismo, podríamos predecir el futuro. Obviamente, nunca podremos conocer el estado del universo con tanto detalle, y a día de hoy, ni conocemos todas las leyes que lo rigen, con total exactitud (y podríamos discutir si podríamos conseguirlo o no, pero eso es otra historia), por lo que habrá muchos efectos que no podemos predecir. Y a eso lo llamamos azar.

Fijáos que desde un punto de vista científico, el determinismo y el azar no son concepciones contrapuestas, sino que conviven perfectamente. El azar aparece por nuestra limitación a la hora de predecir cosas. Un ejemplo muy sencillo sería el lanzar una moneda al aire. No podemos predecir qué ocurrirá, salvo que la moneda se elevará, caerá, y se apoyará sobre una de sus caras, exponiendo lo que llamamos la cara o la cruz (o tal vez, con muy poca probabilidad, podría caer de canto). Sin embargo, sabemos que la caída de la moneda está determinada por la velocidad inicial con la que se lanza, su velociad angular inicial, la densidad y viscosidad del aire, el coeficiente de rozamiento, la altura a la que el lanzador recoge la moneda, y otros factores que seguramente esté olvidando. No conocemos con detalle todos esos factores, por lo que no podemos predecir qué saldrá en la moneda. Así que decimos que es azar. Pero el resultado está determinado por el estado inicial del sistema.

Volviendo a la cuestión de la vida en la Tierra, seguro que mucha gente se preguntará por qué estamos aquí. ¿Cuáles son las probabilidades de que un planeta esté a la distancia adecuada de una estrella, que contenga la «materia prima» necesaria, y que se den las condiciones para que pueda aparecer vida, y desarrollarse y evolucionar hasta que una de las especies tenga un nivel de inteligencia suficiente para desarrollar un pensamiento abstracto, y preguntarse precisamente eso? Bueno, llegados a este punto no puedo evitar recomendaros que leáis un interesante artículo sobre el tema en el estupendo blog de El Tamiz. Pero voy a intentar resumir la idea.

Pensemos en un ejemplo diferente. Por ejemplo, la lotería. Las probabilidades de que te toque son pequeñas, ¿verdad? Pensemos en una lotería tipo Lotería Nacional u ONCE (para los que no vivan en España, me refiero a que la organicación emite boletos con un número concreto de X cifras, y no existe la posibilidad de que salga en el sorteo un número para el que no existe boleto). Pensemos que se venden todos los números. ¿Cuál es la probabilidad de que a alguien le toque la lotería? Pues del 100%. El ganador se dirá a sí mismo que ha tenido mucha suerte, y se preguntará cuáles eran las probabilidades de que le tocara a él. Pero esas mismas preguntas se las haría cualquiera. El ganador puede pensar que es especial por haber ganado, pero sólo es uno de muchos que compraron un boleto. Y sabemos que a alguien le tenía que tocar sí o sí.

¿Qué probabilidades hay de que en un planeta aparezca vida como la nuestra? No lo sé, pero se calcula que nuestra galaxia tiene entre 200 y 400 mil millones de estrellas, y que hay unos 100 mil millones de galaxias en el universo observable. Si las leyes de la física permiten que aparezca vida inteligente, no es tan extraño que estemos aquí.

Si nos ponemos más filosóficos, podemos ir más allá. Si las partículas elementales que forman el universo tuvieran propiedades ligeramente diferentes, seguramente no existiría el universo como tal. ¿Es azar que las propiedades de estas partículas sean tales que permitan formar átomos, y moléculas? Bueno, podemos pensar también que hay muchísimos otros universos, con concidiones iniciales diferentes. Pero sólo en unos pocos, como el nuestro, la materia es estable. Y en esos pocos universos, sólo en algunos pocos planetas aparece vida inteligente que se pregunta «¿Por qué?». Pero según la ciencia, no hay un porqué. Es simple azar.

Aprovecho para deciros que me voy de vacaciones a la playa (¡por fin!), por lo que estaré un tiempo desconectado. Hasta la vuelta.