Y luego está lo que se supone que hay que ver.. que no ves porque está cerrado..., en fin, un poco decepcionante.
La idea no era ir a ver el Museo del Turrón, pero como está a la entrada del pueblo, pues decidimos entrar, y menos mal que lo hicimos, porque la subida al Castillo se hace en nada y menos, y nos hubieramos aburrido bastante.
Al final picamos claro y nos trajimos un par de cajitas de Pan de Cádiz que me encanta y una selección de productos 1880
Cómo siempre el resto de fotos que aquí no aparecen las podeis ver en la página de fb SOLO YO.
+34 965 610 712 info@museodelturron.com
Polígono Industrial Ciudad del Turrón - Pol. Espartal II
Carretera Busot km1. 03100
Xixona - Alicante
Comentaros que la entrada en temporada baja cuesta 1,50 y en alta 3€, y en alta lo que tiene de bueno es que vez la fábrica en pleno funcionamiento, nosotros vimos la fábrica sí, pero vacia porqu ahora no están produciendo.
Hay visitas guiadas, la verdad que el señor que te va explicando las cosas es muy simpático, pero te dice lo justo y menos y super deprisa.. Asi que si quieres saber un poco de historia más vale que antes hayas leído algo más.
En el Museo se nos cuenta la historia del turrón y se hace un recorrido por la evolución de maquinaria y producción de turrones y mazapanes.
Tiene 3 plantas (materias primas, procesos y comercialización) en las que se nos explica por qué Jijona es la cuna del turrón y porqué la marca 1880 es la más cara del mundo.
Al final terminas el paseo en la tienda en la que te dan a probar los dulces.
Jijona/Xixona es una población que dista 24 km de Alicante y cuenta con una población de 7500 habitantes.
La actividad económica más importante de Xixona en el siglo XX ha sido la elaboración de turrones, mazapanes y dulces, si bien estas ocupaciones, de una forma ocasional, hunden sus raíces en la edad media.
Cuando compramos los productos, no sé como salió la conversación con la vendedora, y la dijimos que íbamos al Castillo..., y bueno me sorprendió cuando dijo que para qué? que no valía nada... alucino pepinillos cuando la gente no damos importancia a lo que tenemos...
El Castillo es lo mejor que tiene Jijona y si nosotros fuimos allí fue precisamente a verlo, y disfrutar de los paisajes... si entramos en la fábrica fue de puro churro aprovechando la visita... creo que debería cuidarse más el patrimonio que tienen allí y del que no se dan cuenta. El encanto de un pueblo no se debe echar a perder.
No teníamos ni idea por dónde se subía al Castillo, yo la verdad que pensaba que estaba más lejos y la ruta era más larga, pero vamos es menos de 1km, de subida si, pero no llega a 1km, la zona está bien delimitada, el problema es que desaparece el pasamanos y tienes que subir piedras, pero vamos no es dificil, aunque imagino que mucha gente se habrá parado allí sin saber por dónde seguir.
Nosotros llegamos al castillo desde la entrada a Jijona, pero hay una segunda forma de llegar y es en coche hasta las faldas del castillo, desde Tibi. Además todo aquello está retaurado hay aparcamiento, sombras y unas bancadas (allí fue dónde comimos).
En la actualidad se distingue un doble recinto amurallado de mampostería en aparejo opus incertum, destacando, sobre todo la torre situada al norte de la fortaleza, la Torre Grossa, que aunque no lo parezca, no se trata de la torre del homenaje del castillo, sino de una torre de defensa más con la que contaba la construcción.
La Torre Grossa, de planta cuadrada y de imponente aspecto sólido, con unos dieciséis metros de altura, aunque con aspecto de semirruina. En todo el perímetro actual del castillo se observan diversos restos de lienzos de murallas así como de las antiguas torres de defensa, diseminados por todo el recinto amurallado.
Como os comento es de fácil acceso, nosotros llegamos hasta arriba del todo y paseamos entre las ruinas del Castillo.
Poco a poco fue languideciendo su importancia a lo largo de la edad media y comenzaron a disminuir las reparaciones. La última importante de la que se tiene constancia data del siglo XV y algunas obras menores en el XVI.
Durante la Guerra de Sucesión sirvió como refugio a los jijonencos, que apoyaban la causa del Felipe V. Así fue asaltado por las tropas austracistas, que prácticamente lo destruyeron. En 1708 pasó a ser propiedad de los jijonencos por privilegio real, concedido por Felipe V.
Solo Yo