Algunos de sus árboles y arbustos aún dormitan. No han comenzado a vestirse de bellos colores todavía. Pero sus siluetas se funden con esas masas rocosas de mil formas diferentes. Y las miras… y te imaginas.
Pinares y pastos comienzan a moverse al compás del agua. Aparece desbordante el paisaje esperando a que las pequeñas florecillas comiencen a pintarlo alegre y a aromatizar sus caminos.
Sugerentes paisajes de este rincón de Teruel repletos de viejos sabinares junto al que se levantan pétreas montañas.
Senderismo del pequeño, del sencillo, pero que rebosa vitalidad. Concentrado en un rincón reducido pero en el que puedes pasar largo tiempo paseando, sentado en algunos de los bancos de madera que escalonan el sendero o apoyado en el puente de madera dejando que las miles de gotas de agua que flotan en el aire, te mojen la piel. Silencios cantarines de una cascada desbordante que el río Blanco crea al dar un salto de unos veinte metros de altura.Un entorno mágico a la izquierda de la carretera que lleva a Calomarde desde Albarracín. Solo un cartel de madera nos avisa que hay algo especial que poder contemplar. Cascada batida y molino viejo llaman a este pequeño recorrido.
Un sendero de los sentidos… Senderismo que fusiona naturaleza con las tradiciones de antaño. Porque bajando hacia el pequeño puente que nos permite ver la cascada con todo su esplendor, vemos pequeños tramos de un canal por donde corretea alegremente el agua. Si lo seguimos con la mirada y la imaginación, vemos a los aldeanos del siglo XIX llevando sus sacos de trigo para moler en el molino.
Pequeño sendero de los sentidos con el que podemos disfrutar unos minutos o pasarnos horas entre sus recovecos. Todo depende de nuestra mirada y de nuestro sentimiento.
¿Otros recorridos por la sierra de Albarracín?
Senderos por la sierra de Albarracín
Sendero fluvial, una ruta del agua en Albarracín
Albarracín, callejones históricos, silencio rojizo