Senderismo y trekking: Caminando bajo la lluvia

Por Manil

Hay cosas que se quedan grabadas en la memoria, como ciertas canciones pegadizas, y por culpa de eso no me he podido resistir a usar el gerundio en el título de este post.

Pero aunque haya sucumbido en el título puedes respirar con tranquilidad,  que de música y montaña ya hemos hablado antes  (¿A qué suenan las montañas?) y por eso hoy vamos a hablar de caminar y de lluvia, o mejor dicho, de caminar bajo la lluvia, aunque no prometo que por culpa de este título no termines el artículo tarareando aquella famosa banda sonora.

Octubre de 2014. Orbaitzeta, Navarra.

Antes que nada, decirte que hacer senderismo bajo la lluvia no es algo apetecible, no es lo ideal y ni mucho menos lo más recomendable, pero bien sea porque vives en un clima húmedo, porque te has desplazado adrede a caminar lejos de tu casa o porque ya no aguantabas más sin salir a la montaña, es muy posible que te veas en la necesidad de hacerlo. Y si no me crees, ya me lo contarás el día que decidas convertirte en Braveheart y aventurarte a recorrer las Highlands haciendo senderismo.

El domingo pasado me recordaba nuestra nueva compañera Wendy, que a los valencianos nos gusta mojarnos poco o nada (aunque ahora que lo escribo no sé si lo decía con doble sentido). De donde ella viene las lluvias son comunes, por lo que caminar mientras llueve es de lo más normal, y lo cierto es que por raro que a los de secano nos parezca, hay lugares donde si quieres andar por el monte te tienes que “mojar”.

Aclarada esa “necesidad”, es importante que sepas dónde leer en una predicción meteorológica la cantidad de lluvia que te puedes encontrar y cómo trasladar esos parámetros a nuestra realidad.

Entendiendo la cantidad de lluvia prevista.

En Valencia tenemos un proverbio en forma trabalenguas que reza así: “Plou poc però per a lo poc que plou, plou prou.“. La traducción de este dicho al castellano viene a significar que es poca la cantidad de lluvia,  pero para lo que llueve normalmente, llueve bastante. Si eres de mi tierra no necesitas más explicación, pero si me estás leyendo desde algún lugar más húmedo, sólo decirte que en la Comunidad Valenciana llueve muy poco.

Para saber si te enfrentas a mucha o poca lluvia, debes fijarte en la cantidad de agua prevista, expresada en milímetros (mm). Este valor representa la altura que alcanzaría en milímetros el agua caída sobre una superficie de 1 m². Suponiendo que esta superficie sea plana, perfectamente horizontal e impermeable, 1 litro de agua alcanzaría una altura de 1 mm.

Con esta sencilla explicación, te será muy fácil imaginarte la próxima vez que escuches aquello de “cayeron más de 25 litros por metro cuadrado”, que si estuvieses en ese metro cuadrado el agua alcanzaría una altura de 25 mm (la altura de la suela de una bota de montaña suele ser de unos 15 mm).

Pero obviamente, que acabes con la ropa empapada o no, dependerá de lo rápido que te caiga ese agua encima.

Si esos 25 litros caen en 1 minuto, será como si te tirasen cuatro o cinco cubos de agua seguidos. Si caen en 24 horas es como si en cada hora te tirasen cuatro vasos de agua. Si esa cifra corresponde a la cantidad total recogida en un episodio de lluvias de pongamos, por ejemplo 3 días, equivaldría a que cada hora te arrojasen por encima algo más de un vaso de agua.

Es por ese motivo, para conocer la intensidad de la lluvia, hay que relacionar directamente la cantidad de agua acumulada por el tiempo que tarda en acumularse. El siguiente cuadro te va a resultar de lo más esclarecedor (fuente eltiempo.com):

Grado de intensidad de la lluvia Lluvia acumulada prevista en 1 h.

Débil menos de 2 mm.

Moderada entre 2,1 y 15 mm.

Fuerte

entre 15,1 y 30 mm.

Muy Fuerte entre 30,1 y 60 mm.

Torrencial más de 60 mm.

Yo te recomiendo usar siempre la predicción de la AEMET, que en su predicción horaria sí que hacen referencia a este parámetro, y en el caso de que se produzca algún aviso especial o alerta también aparecerá reflejado (en cuyo caso, deberás seguir las instrucciones que marque el 112, aunque eso signifique no salir al monte).  Cuando la cantidad de lluvia es inferior a 0,1 mm aparece indicada como “lp” para indicar que es inapreciable.

Predicción por horas AEMET

En otras páginas encontrarás este valor referenciado de otro modo. En el caso de tiempo.com lo podrás ver de rápidamente la cantidad prevista para 24 horas y la que se prevé en cada hora.

Las páginas donde podrás encontrar una predicción mas exhaustiva son aquellas destinadas a los usuarios de las montañas (sea cual sea la disciplina que practiquen). El único problema es que si buscas allí nuestras sierras más cercanas no las encontrarás. Un ejemplo lo puedes ver aquí: el tiempo en la montaña.

Y si hablando de webs de meteorología y de Valencia, no puedo cambiar de tema sin nombrarte AVAMET (associació valenciana de meteorologia Josep Peinado). De momento aún no muestran predicciones en su web, pero pronto lo harán, así que no los pierdas de vista. Yo espero muy pronto hacer alguna cosilla con ellos.

Así podemos ver la cantidad de precipitaciones previstas en la página tiempo.com

Clasificación de las precipitaciones

Ahora ya te has convertido en especialista; eres capaz de ver la previsión y saber cuánto dicen que lloverá.

Pero lo cierto es que en el lenguaje común y salvo episodios excepcionales de lluvias, lo normal es que si ves la predicción del tiempo en la tele o escuchas un parte radiofónico, no te indiquen la cantidad de lluvia prevista, si no que se referirán al tipo de precipitación.

Lluvia

Es el término utilizado para referirse de forma general a las precipitaciones de agua. Se utiliza para nombrar cualquier intensidad, aunque su uso mas normal es para hacer referencia a la precipitaciones débiles o moderadas.

Llovizna

Lluvia muy débil, sus gotas son muy finas (llegando en algunos casos a parecer más agua pulverizada que lluvia). La acumulación de agua en este tipo de precipitación es inapreciable. 

Comunmente recibe el nombre de garúa, orvallo, sirimiri o calabobos.

Chubasco o Aguacero

Nuestro chaparrón de toda la vida. Una lluvia impetuosa de corta duración, generalmente de intensidad moderada o fuerte, que puede estar acompañada de viento. 

Tormenta

Acompañada de actividad eléctrica, viento y el ocasiones granizo. En función de su intensidad, estas tormentas pueden clasificarse desde muy débiles a torrenciales e incluso a veces son prácticamente secas. Ocasionalmente estas precipitaciones se pueden dar en forma de granizo.

Para que un episodio de lluvias sea considerado una tormenta, es necesario que al menos se haya escuchado un trueno.

Monzón

Si vas a caminar por España es poco probable que en el parte meteorológico local lo nombren (aunque dale tiempo al cambio climático y verás). Esta lluvia es muy intensa y constante, propia de zonas del planeta con un clima estacional muy húmedo (especialmente en el Océano Índico y el sur de Asia). 

Rocío

No, no me he vuelto loco, pero el rocío, si bien no es una lluvia si que es una precipitación acuosa que te encontrarás en la montaña a primeras horas de la mañana y que tendrás que tener también en cuenta. Se forma en noches frías y despejadas por la condensación de la humedad en el ambiente.

Nieve

Aunque en esta entrada no hablaré de ella, ya que progresar por terrenos nevados ya lo hemos tratado con anterioridad (senderismo invernal), una clasificación de precipitaciones acuosas sin ella estaría incompleta. Es la forma más común de precipitación de agua helada, compuesto por muchos cristales de hielo hexagonales que se han congelado juntos, debido a un descenso lento de la temperatura hasta bajar de los 0° C.

Equipándote para la lluvia de pies a cabeza

Pues así es, cuando ya creías que tenías todo lo que te hacía falta para practicar senderismo, tengo que aparecer yo y decirte que si quieres caminar bajo bajo la lluvia tendrás que rascarte el bolsillo. La buena noticia es que hay productos asequibles a todos los bolsillos, la mala, que en este caso, el dinero si que marca ciertas diferencias.

Calzado

Aquí si que es indispensable el uso de bota de montaña con membrana impermeable (waterproof). Dependiendo del fabricante, esa membrana impermeable recibirá un nombre u otro: Inner-plus®, Textrem®, XRS®, Megatex®, Omni-Tech® o la archiconocida Gore-Tex®. Se llame como se llame, lo que has de verificar es que tu calzado la tenga, y que además la hayas mantenido correctamente (el paso del tiempo y el lavado hace que la membrana pierda efectividad). 

Puedes recuperar parte de la impermeabilidad de tus botas utilizando productos en aerosol diseñados para ese fin o aplicarles grasa de caballo si son de piel (puedes pegarle una mirada a nuestro artículo sobre el cuidado y mantenimiento de tus botas).

La suela de la bota da un mayor agarre que la de la deportiva de trekking y evitará que te entre agua por el tobillo. Además en terrenos resbaladizos, llevar sujeto el tobillo por la caña de la bota te puede ahorrar algún que otro esguince.

A pesar de las ventajas de la bota, hay quien aboga por el uso de las deportivas, ya que en el caso de que vayas a caminar varios días seguidos su secado es más rápido (y en ese sentido tienen mucha razón).

Pantalones

Sobrepantalón impermeable

En el mercado existen pantalones que repelen cierta cantidad de lluvia sin llegar a ser impermeables y también existen sobrepantalones impermeables para ponerte sobre los que lleves puestos. Yo utilizo los primeros y no suelo usar el sobrepantalón porque acabo con las piernas chorreando de sudor, pero aún así reconozco su utilidad y tengo unos en mi fondo de armario.

Utiliza siempre pantalones fabricados con materiales sintéticos como por ejemplo nylon o poliester (mira la etiqueta de composición y busca el símbolo de sacado rápido). Lo siento, se que te gusta llevar vaqueros y que te resaltan la silueta, pero créeme si te digo que andar por el monte con unos vaqueros empapados es una pésima idea por muy bien que puedas salir en las fotos.

Polainas

Indispensables para que el agua de la lluvia no se te cuele por el tobillo, además de evitar que se empapen los camales del pantalón y que se te llenen de barro. No hace falta que te compres el último grito ni las más caras (a no ser que vayas a usarlas mucho). Busca que sean cómodas de poner y quitar.

Chaqueta, chubasquero, cortavientos o capa de lluvia

No todas las chaquetas son impermeables.

Esta es una pregunta muy común entre los que dan sus primeros pasos por la montaña y están empezando a equiparse. He perdido hasta la cuenta de las veces que me han preguntado aquello de “entonces, qué me compro ¿chubasquero o cortavientos?

Al final me enseñan su chaqueta con cara de decir: “Por favor, dime que con esto me sobra”. Y por desgracia, en la mayoría de los casos la respuesta es no.

Lo que entendemos comúnmente por chaqueta, es una prenda diseñada para aislarnos del frío exterior y que no perdamos el calor corporal, a su vez puede ser impermeable o no. En climas fríos es conveniente usar una chaqueta impermeable que además tenga algún sistema de transpiración.

Chaqueta impermeable desmontable por capas.

Cada vez los fabricantes son más conscientes de esta realidad, de manera que comercializan chaquetas impermeables conformadas por piezas que pueden separarse, teniendo un recubrimiento exterior impermeable y un forro interior térmico, de modo que puedas usar las dos piezas combinadas o sueltas.

Chubasquero impermeable con capucha.

En climas más cálidos (como el que disfrutamos en la Comunidad Valenciana), usaremos un chubasquero o impermeable, dejando la regulación térmica a las prendas (que por capas) llevaremos debajo.

El chubasquero está diseñado para protegernos de la lluvia, y aunque además nos de cierto confort térmico, no es su objetivo principal. Deberá tener capucha incorporada y algún sistema que facilite la transpiración.

Los cortavientos también tienen cierta capacidad impermeable, ya que para proteger del viento su tejido no puede ser poroso, pero su mayor capacidad de transpiración hace que sea menor la columna de agua que pueden soportar con respecto a la que puede soportar un chubasquero. 

Aquí te aconsejo que te compres un chubasquero ligero, ya que llegado el momento lo podrás usar de cortavientos.

La polémica al hablar de estas prendas siempre llega al hablar de la capa de lluvia. Este elemento va de lujo si caminas en recto, por zonas libres de vegetación y donde tus movimientos no tengan que ser precisos. Por ejemplo, son ideales en el Camino de Santiago. Una capa de lluvia resta movilidad a los brazos, y en caso de que resbales (muy probable con el suelo mojado) no podrás amortiguar eficazmente de la caída. Al ser una prenda suelta, si caminas por una senda con vegetación no hará más que engancharse con las ramas de los árboles y arbustos hasta que acabe haciéndose jirones. 

Los acérrimos defensores de la capa alegan que con ella cubren también la mochila, pero lo cierto es que la gran mayoría de las mochilas actuales ya tienen una funda impermeable incorporada (y si la tuya no tiene, puedes comprarle una a parte por muy poco dinero).

Las prendas de montaña suelen indicar en su etiqueta las cantidad de columna de agua que son capaces de soportar antes de que el agua empiece a calar. Si vas a comprar una chaqueta es importante que esto lo tengas en cuenta, y si no encuentras esta información en la etiqueta, pregúntale al vendedor por las especificaciones del fabricante.

Como al principio del artículo te convertiste en especialista y ya tienes una clara idea de traducir la cantidad de lluvia a nuestro día a día, verás lo interesante que te resulta ese conocimiento para valorar la siguiente tabla y decidir qué chaqueta comprar en función de su impermeabilidad.

Columna de agua soportada Tipo de precipitación / grado de resistencia.

Entre 0 y 5.000 mm Llovizna no apreciable. Sin impermeabilidad (camiseta técnica, ropa en general).

5.000 mm Lluvia ligera, nieve seca, etc. Baja impermeabilidad. Unas 3 horas bajo una lluvia moderada.

Entre 6.000 mm y 10.000 mm De lluvia ligera a moderada; nevada moderada. Aproximadamente 4 horas bajo una lluvia fuerte

Entre 11.000 mm y 15.000 mm Lluvia de moderada a fuerte; nevada fuerte.

Entre 16.000 mm y 20.000 mm Lluvias fuertes a muy fuertes, tormentas intensas de nieve.

Más de 20.000 mm  Alta impermeabilidad.

Y aunque ahora estás pensando que lo mejor será una prenda que te garantice una altísima impermeabilidad, tengo que darte la mala noticia de que pese a la mejora en la tecnología y fabricación de materiales de última generación, una alta impermeabilidad es también sinónimo de una baja transpirabilidad, así que tendrás que buscar el equilibrio en función del uso real que le vas a dar a la prenda o igual acabas seco por fuera pero empapado por dentro.

Si quieres saber más sobre las membranas impermeables, te recomiendo la lectura en el blog de Barrabés del artículo “Los secretos de las membranas: prendas impermeables y transpirables“.

Guantes ligeros 

Guantes de trekking.

Llevar las manos empapadas, definitivamente, no mola nada. Se te resbalarán los bastones, si tienes que usar las manos para poyarte en alguna superficie mojada (una piedra, el tronco de un árbol, etc…) no tendrás el mismo agarre que sin lo haces con los guantes puestos y la piel de la mano reblandecida por el agua es más susceptible a los rasguños. Puedes ver cómo deberían ser esos guantes en nuestra entrada: guantes ligeros para senderismo y trekking.

Sombrero

Pues sí, el sombrero no sólo te protege del sol, si además tiene cierto grado de impermeabilidad que te ayudará a sobrellevar una llovizna aunque no lleves capucha (piénsalo cuando vayas a decidir si te compras sombrero o gorra). El sombrero de ala alejará la lluvia de tu cara, evitado que sus gotas se deslicen hacia los ojos, y puedes incluso usarlo bajo tu capucha para que esta no se ciña demasiado a tu cara y te haga perder visión lateral.

Bastones

Bastones de trekking

Siempre teniendo en cuenta que los bastones de trekking no están diseñados para soportar todo tu peso, te serán de gran ayuda para mantener el equilibrio en aquellos pasos más resbaladizos.

Mochila

Actualmente la mayoría de mochilas de montaña están confeccionadas con materiales sintéticos que suelen soportar una determinada cantidad de agua sin llegar a calar, por lo que podrás caminar algo con ella a la espalda si sólo está lloviznando. Además de estar confeccionadas con fibras artificiales, suelen tener una funda 100% impermeable para cubrirla en caso de que la lluvia vaya a más.

Un consejo que te doy es que en el momento de ponerle la funda, saques de ella lo que quieras llevar a mano y lo pongas en los bolsillos de tu impermeable (por ejemplo, tu ración de marcha). Así no tendrás que andar quitando y poniendo la funda, o abriendo las cremalleras y evitarás mojarla por dentro.

Si aún no te has comprado mochila o la que tienes ahora no cumple estos requisitos, date una vuelta por nuestro post “eligiendo la mochila ideal” y no te equivoques en la compra de este elemento indispensable para la práctica del senderismo.

Paraguas

Sí, has leído bien. Si no hace viento y la senda no presenta dificultad para caminarla, podrás permitirte el lujo de usar un paraguas. Te recomiendo en cualquier caso que te compres uno específico para su uso en montaña.

En su fabricación se sustituyen los elementos metálicos (varilla y cuerpo) por fibra de vidrio (u otros materiales ligersos no conductores de la electricidad) para evitar que te conviertas en un pararrayos andante, pero aún así nunca lo uses en caso de tormenta.

Precauciones y consejos 

Declaración de preemergencia 112CV

Revisa la previsión meteorológica antes de salir a caminar, y en caso de que haya una alerta activa o un aviso especial por meteorología adversa, deberás seguir las directrices y recomendaciones que el 112 marque para esa situación. 

Nunca salgas a caminar en caso de previsión de tormenta. En España se dan una o dos muertes al año por caída de rayo, y estas se producen normalmente al aire libre. Cómo comportarte en caso de tormenta eléctrica es un tema del que hablaremos en profundidad en un próximo artículo.

Mi gran amigo Antonio pertrechado para la ocasión.

Evita las superficies lisas e inclinadas y busca descender y ascender siempre por las zonas de menos pendiente.

La lluvia y el barro acumulado en nuestras botas reducen la adherencia y la fricción y aumenta la posibilidad de resbalar. En esta situación procura dar pasos cortos y asegúrate pisar en firme antes de dejar caer tu peso al cambiar de pie. Para no perder el equilibrio y ganar estabilidad puedes ayudarte de los bastones.

Los ríos y riachuelos llevarán más caudal de lo habitual, por lo que su corriente será mayor y lo mejor será que evites cruzarlos en la medida de lo posible.

Vístete por capas (en 10 Tips para practicar senderismo podrás encontrar las claves para hacerlo correctamente).

Lleva siempre en tu mochila ropa de repuesto seca extra si estás haciendo travesía; al menos una camiseta y un par de calcetines secos así como una toalla ligera de microfibra para secarte (o déjalas en tu coche para cambiarte al finalizar en una jornada de un día). En el coche podrás dejar también calzado de repuesto y unas bolsas de basura para no embarrarlo.

Fotografía: James Blunt.

Para eliminar el barro del calzado, deja primero que se seque, y después golpea la bota enérgicamente hasta que se desprenda. Para secarlo, introdúceles bolas de papel de periódico (nunca las seques con una fuente de calor). Recuerda que tus botas son lo más preciado de tu equipo: ¡¡cuídalas!!

No olvides hidratarte correctamente. El hecho de caminar bajo la lluvia puede hacer que descuides tu hidratación, y eso es un error, ya que con lluvia o sin ella estás practicando una actividad deportiva y tu cuerpo necesita esa hidratación para poder funcionar.

Presta atención a tu cuerpo, y si notas escalofríos o confusión podrías estar sintiendo los primeros síntomas de una hipotermia: sécate y cámbiate lo antes posible de ropa. Para prevenirla puedes usar prendas confeccionadas con nylon o lana, así conservarás mejor el calor y permanecerás seco.

No quiero acabar este post sin decirte que existen pocas experiencias tan gratificantes como admirar el paisaje que ofrece la montaña justo en el momento que deja de llover: ¡Sal ahí fuera y descúbrelo!

Y ahora que ya sabes que a veces “hay que mojarse”, la próxima vez que salgas al monte y te llueva sonríe y canta aquello de “…I’m singing in the rain, just singing in the rain, what a glorious feeling, I’m happy again…”

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