Un recorte que comenzó siendo de 600 millones de euros, total nada, y que en los últimos minutos se ha convertido en 800 millones de euros. El grito de la Coordinadora de ONG para el desarrollo, CONGDE, no se ha hecho esperar. En esta Coordinadora se hallan, por ejemplo, Unicef, Intermón, Acción contra el Hambre o Cáritas.
Como dicen algunos de sus máximos responsables, "el debate no puede ser pobres contra pensionistas". Esto sería un debate falso, maniqueo, manipulador e hipócrita, por utilizar tan sólo algunos de los adjetivos que se me ocurren.
La reducción de 800 millones en Ayuda al Desarrollo supone una reducción de un 15,1% del montante previsto para este año. Esto hace peligrar la promesa de este gobierno por llegar en 2015 al 0,7% de la Renta Nacional Bruta, para ayuda al desarrollo.
Quizás las cifras así parezcan muy frías, pero significan pasar de la muerte por inanicción a la esperanza de vida. Eso es lo que significan los presupuestos de Ayuda al desarrollo.
Por eso le digo, Señor Presidente, que con el hambre no se juega y cuando se recorta la ayuda al desarrollo, se está hablando de la posibilidad de que millones de personas traspasen la "línea de la muerte" a causa del hambre.
Comprendo que el señor Díaz Ferrán, que sigue ostentando la presidencia de la patronal, a pesar de todos los pesares, propusiera el otro día la reducción drástica de esta partida. Eso sí lo comprendo en ese individuo.
Me cuesta, sin embargo, asumir esta lamentable decisión en un presidente socialista, máxime cuando ha tenido y tiene propuestas alternativas a este recorte, propuestas más solidarias, propuestas realizadas por economistas de izquierdas, que no ha querido en ningún momento tener en cuenta. Por eso no dejaré de insistirle, Señor Presidente, que con el hambre no se juega y usted lo está haciendo peligrosamente.
Hoy la portada del diario Público dice: "El PSOE se desploma y el PP se estanca". Ni que decir tiene que siento una gran alegría con el estancamiento de los populares.
Pero, en relación al desplome del Partido Socialista, me pregunto si se preguntará el presidente Zapataro ¿a qué se deberá? o ¿seguirá tan eufórico y optimista como ha demostrado estar este fin de semana en Elche, acompañado de muchos de sus incondicionales?
Yo que el Presidente sí me lo preguntaría.