Juan Martorano.
Sin duda, la medida temporal de apertura de la frontera con la vecina Nación, trajo como consecuencia todo un show mediático por parte de la derecha, al señalar que 35 mil personas cruzaron la frontera, para adquirir “productos alimenticios y medicinas que no se consiguen en Venezuela”. Esto fue por los lados del estado Táchira.Y fundamentalmente, el show fue por un grupo de mujeres, al más fiel estilo de las damas de blanco en Cuba, que a los fines de reforzar la matriz de “crisis humanitaria”, para justificar una intervención extranjera en nuestra patria, y bajo la autoría intelectual de la diputada de la MUD del Táchira, Laidy Gómez, buscan arreciar la estrategia de cerco y asfixia contra la Revolución Bolivariana, tal y como está señalado en la Operación “Freddom Twoo”, ampliamente denunciada por Carlos Lanz y el colectivo “Comunicadores en Acción 2021” en varios medios.
Se busca despotricar de una medida soberana que adoptó el Presidente Nicolás Maduro el año pasado, cuando producto de una acción de fuerzas paramilitares, fueron atacados tres soldados venezolanos. La medida administrativa de cierre de la frontera, se hizo a los fines de colocar una especie de “torniquete” para contener un tanto el bestial contrabando de extracción y las agresiones en materia económica, que desde Colombia más no el pueblo colombiano, se propician contra nuestro país.
A modo de referencia, el mismo gobierno de Juan Manuel Santos ha adoptado medidas de cierre de fronteras y de estado de excepción, y no ha habido los escándalos que ha habido por el caso venezolano. Igual en la Francia de Francois Hollande, se han decretado estados de excepción, y no ha habido traumas de ningún tipo. Y ni hablar de la hermana Ecuador, quien en circunstancias muy particulares, y en ejercicio de su soberanía, también ha decretado estos estados de excepción.
Pero en el caso venezolano, y en uso a su legítimo derecho a la defensa, a salvaguardar su soberanía, seguridad nacional e integridad territorial, se han adoptado estas restricciones, conforme a las disposiciones constitucionales y legales. De acuerdo a nuestra Constitución, el Presidente de la República tiene las más amplias facultades para restringir temporalmente las garantías previstas en nuestra Constitución, salvo aquellas previstas a los derechos a la vida, la prohibición de incomunicación o tortura, el derecho al debido proceso, el derecho a la información y los demás derechos humanos intangibles.
Es decir, es un estado de excepción garantista, respetuoso de los Derechos Humanos, cosa que dificulto, se dé en otros países del mundo.
Una cosa es que puedan haber efectivos policiales y de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana en la frontera, que se presten a las mafias del “bachaqueo”, y que permitan la fuga de rubros esenciales a nuestro país, y otra, que sea política del Gobierno de Nicolás Maduro y de nuestro Estado violar los Derechos Humanos, o permitir que este tipo de acciones ocurran.
En virtud de que las acciones desestabilizadoras en materia económica contra nuestro país continúan, y que desde Colombia hay sectores interesados en acabar con la Revolución Bolivariana, no me parece conveniente ni prudente, por lo menos en este momento, una reapertura de la frontera con el vecino país.
Vuelvo al mismo argumento que señale en entrevista concedida a Venezolana de Televisión en fecha 26 de agosto de 2015, en el programa “El Desayuno” en ese entonces conducido por Dahir Rahl y Jordán Rodríguez, que Venezuela está en todo su derecho de exigir a la República de Colombia el respeto y cumplimiento a los tratados y convenios comerciales suscritos entre ambas naciones para combatir el bachaqueo y el contrabando de extracción de productos básicos hacia esa nación neogranadina.
El Estado colombiano debe asumir su cuota de responsabilidad, puesto que nada haría el Estado venezolano con establecer todas las medidas para frenar el contrabando si los bachaqueros logran pasar a territorio colombiano los productos esenciales de nuestro país, y que el gobierno colombiano no se comprometa a devolver dichos productos a Venezuela.
Y esas distorsiones que afectan a la economía venezolana, están legitimadas en el convenio cambiario número 8 aprobado por el Presidente Andrés Pastrana, y si esta espada de Damocles se mantiene, en caso de una reapertura fronteriza, el desangre contra nuestro país recrudecerá.
La decisión adoptada por el hijo de Chávez y Presidente Obrero, Nicolás Maduro, se dicta en el marco de un conflicto que no es nuevo ni es en contra del pueblo colombiano, que es el mismo pueblo que el venezolano.
Hacer oposición a un proyecto político es válido, pero no defender la Patria, lo cual es una obligación constitucional, es sencillamente ser miserable, y forma parte de las miserias humanas generadas en este sistema capitalista.
Es por ello, señor Presidente Nicolás Maduro, que producto del respaldo que le tenemos mucho, le solicitamos respetuosamente que siga manteniendo su mano firme, evalúe muy bien, y hasta que el gobierno colombiano no adquiera verdaderos compromisos con nosotros para neutralizar las agresiones económicas contra nuestra Patria, pues la frontera no será abierta.
Creo con ello interpretar el clamor de miles y miles de compatriotas y camaradas.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos! Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano