La señora de la microindependencia catalana fue una charo independentista de la que poco o nada se sabe. No se sabe ni el nombre.
De lo poco que se sabe es que el 10 de octubre de 2017, fue feliz hasta extremos ridículos durante los 8 segundos que duró la declaración de independencia V República catalana, para luego caer en la más profundas de las decepciones.
Al igual que la esposa de Lot, se quedó convertida en estatua de sal por mirar la pantalla. Pasó de indepe a indepre y desde entonces, por el impacto psicológico, se ha quedado en esa posición a lo Grito de Munch o La pietá de Miguel Ángel.
Siguió siendo independentista porque no tenía otras aficiones ni ilusión en la vida.
Algunas fuentes aseguran que este fue el segundo varapalo grave que vivió. El primero fue la Separación de las Spice Girls.
El resto de su vida centró toda su experiencia vital en esperar el catalunyapocalipsis hasta que en 2020 murió de Coronavirus.