Tras el viaje en el Ave que es una maravilla, quizás sea caro pero es la mejor manera de viajar a Barcelona desde la capital (os lo dice uno que ya ha probado el autobús y el Talgo cama), nos plantamos en la entrada del Salón unos minutos después de la apertura de sus puertas. Me gustaría destacar que las filas para acceder al recinto estaban bien organizadas y aunque la fila de acceso era larga (hubo momentos del día que dieron la vuelta completa al edificio) el acceso era bastante fluido.Una vez dentro, nos pudimos encontrar con las filas para conseguir número para la firma de los distintos autores que estaban invitados por las distintas editoriales. Es de agradecer la cantidad inmensa de dibujantes que hubo esté año en el Salón. Aunque no llevaba muchas esperanzas de llevarme ninguna firma, hubo suerte y me lleve tres dibujazos de Elena Casagrande (Riesgo Suicida), Fernando Dagnino (Capitán Midnight) y de mi amigo Nacho Tenorio (1900) en el stand de Aleta ediciones. A parte de comprarle a mi hijo uno de los cómics de Jordi Bayarri dedicados a grandes personajes de la historia, en mi caso fue Newton, con dedicatoria incluida.Otro de las señas de cualquier evento dedicado al cómic que se precie es el cosplay y para contribuir un poco a ello desde mí modesto aprendizaje decidí armarme hasta los dientes para que Grifter estuviera presente en esta edición del salón. Allí pude encontrarme con mis amigos, Flor, Johny, Javi, Gloria, Leti, que caracterizados como personajes de X-men o de DC daban vida a los personajes que tantos buenos momentos nos han hecho pasar en las páginas de nuestros cómics favoritos. Gracias por estar siempre ahí.
Otro de los motivos por los que algunos acudimos a los eventos dedicados al cómic, es por buscar los números o colecciones que llevamos años persiguiendo y que buscamos y rebuscamos entre miles de cajones repletos de cómics con la esperanza de encontrarlos y que no estén a precio de cuerno de Unicornio. En mi caso no hubo suerte y me volví a Madrid con las manos casi vacías, pero os puedo asegurar que los dos o tres tesoros que encontré merecen la pena. Aunque hubo algunos de esos cómics que tuve que dejar en su sitio ante lo desproporcionado de su precio. Conozco las leyes de la oferta y la demanda pero me sigue pareciendo una salvajada pagar 22 Eurazos por un cómic de grapa de 48 páginas que cuando salió costaba unas 250 pesetas. Aún así entiendo que si tiene ese precio es porque alguien estará dispuesto a pagarlo. Una vez hechas las compras de rigor para que ningún miembro de la familia se quedara sin su apreciado recuerdo, nos juntamos para realizar la “Comida Shawarma de los vengadores”, organizada por RafaelRuiz Davila (Fali ) guionista del cómic 1900 y gran amigo. Curiosamente entre todos los asistentes no había ningún cosplay de los vengadores, pero eso no influyo para que pasáramos un rato de descanso y charla entre deliciosa comida turca.