Sense8
2015-
Lo seres humanos tenemos infinidad de limitaciones biológicas que nos impiden entendernos a muchos niveles con los demás. En 'Sense8' algunas de estas barreras desaparecen en grupo muy reducido de personas. Pero, para que conozcamos esto, primero tenemos que ver a Daryl Hannah ('Blade Runner', 'Splash', 'Two Much') realizar un sacrificio acompañada por el ex 'Lost' Naveen Andrews, que interpreta a Jonas Maliki. A partir de ese momento, la vidas de ocho personas cambiarán para siempre y un lazo casi mágico los unirá a todos. Serán Sense8.
Los Wachoski (Andy y Lana) podrían haber hecho otra serie más de ciencia ficción, superficial y ya vista pero han preferido darle contenido, sacar temas importantes, algunos conflictivos, emocionales, sociales, políticos, religiosos, de identidad sexual... Este último claramente marcado por el cambio de la propia Lana Wachoski (que nació hombre pero que hace unos años volvió a nacer como mujer).
El lado místico de los Wachoski siempre está ahí. Ya lo vimos en 'Matrix' y más recientemente en 'Cloud Atlas'. Siempre hay un mensaje detrás de lo que están contando (aunque a veces sea tan enrevesado que nos deje dándole vueltas). Solo el hecho de plantearse hablar de temas serios en un tipo de ficción en la que habitualmente lo que vemos son historias tontas, personajes planos y acción sin sentido es suficiente para aplaudir el trabajo de estos dos hermanos. Hemos visto algo parecido en 'The Leftovers', pero en 'Sense8' no nos dejan olvidarnos en ningún momento del género al que están jugando con su guion.
En su nueva aventura no están solos. Les acompaña J. Michael Straczynski, guionista de series como 'Babylon 5', y pelis como 'Thor' o 'World War Z'.
Por lo que he dicho hasta ahora puede parecer que 'Sense8' es una serie llena de diálogos sobre cuestiones emocionales. Algo de esto hay, claro, pero los Wachoski no olvidan la acción (de todo tipo): lo mismo vemos el robo de unos diamantes en Berlín, una persecución de coches por las calles de Nairobi con tiros y explosiones, peleas de artes marciales o una orgía mística pantosexual que deja a los espectadores con la boca abierta y a Twitter lleno de comentarios al respecto.
La serie va saltando de personaje en personaje, metiéndonos en sus vidas, en sus preocupaciones y en su proceso de transformación, para luego reunirlos en la trama en la que, sin pedirlo, se encuentran implicados. Y hasta aquí puedo contar.
La idea, dicen ellos, los Wachoski, da para cinco temporadas. Y así lo han planteado. Esperemos que Netflix esté de acuerdo y nos deje verla entera. Por ahora tenemos la primera dosis: el planteamiento está hecho, los personajes más que presentados y la amenaza ya tiene nombre y apellidos. En fin, a ver qué os parece.
Os dejo con el tráiler, aunque yo me pondría directamente con la serie para evitar spoilers.