En esta ocasión, tuve la oportunidad de participar con una comunicación que titulé Creatividad y Trascendencia ante las crisis. Para aquellos que os interese escucharla os dejo la grabación en el audio que cuelgo a continuación.
Como ya dije en mi anterior comentario sobre mis impresiones acerca del I Congreso, vuelvo a incidir en la importancia que, para mi propia forja del Alma, tienen los congresos que se celebran en este lugar sagrado. Para mí, el edificio del CITES en forma de estrella, es la materialización de la “Estrella de Belén” que indica el camino en el cual ha re-nacido el Redentor. Aquí, en este centro dedicado a la Mística, con mayúsculas, está tomando cuerpo la idea fundamental que he tratado de transmitir en mi libro La Hermandad de los Iniciados: la verdadera Iglesia la constituyen todos los buscadores de la Verdad, y ésta no se circunscribe a ningún credo particular. Joseph Campbell, en su libro El héroe de las mil caras. Psicoanálisis del mito, expresa esta misma idea cuando afirma: “Si el Dios es un arquetipo racial, tribal, nacional o sectario, somos los guerreros de su causa; pero si es el señor del universo mismo, seguimos adelante como quien sabe que todos los hombres son sus hermanos. Y en cualquier caso, las imágenes infantiles de los padres y las ideas sobre el “bien” y el “mal”, se han superado.”
El CITEs es, en mi opinión, un centro neurálgico, único en el mundo, en el que se está produciendo un auténtico renacimiento espiritual, que atiende y alberga en su seno la esencia del nuevo cristianismo: la apertura a todas las tradiciones espirituales y a las diversas manifestaciones de la experiencia mística, permitiendo el encuentro de los más variados ámbitos del conocimiento. Bajo este prisma, Ciencia y Religión no sólo son compatibles, idea opuesta a la opinión generalizada del espíritu de nuestra maltrecha civilización, sino que forman un matrimonio de lo más feraz.
Como dice Maribel Rodríguez, directora de la Cátedra Edith Stein y responsable de la organización de estos congresos: “Lo importante ha sido seguir buscando como tender puentes entre personas diferentes, abrir un diálogo humano en la búsqueda de la Verdad, fomentar el encuentro, seguir abriendo caminos hacia una psicología con alma que tenga en cuenta la espiritualidad, acoger a cada persona sin juzgarla (tenga las creencias que tenga), practicar la convivencia diaria, escuchar, aprender, proporcionar ayuda casi sin darnos cuenta (algunas personas refirieron que el congreso les ayudó a resolver alguna crisis personal y les ha dado nuevos recursos para su vida), escuchar las críticas (pues siempre podemos mejorar) y, en definitiva, seguir caminando para poder seguir creciendo.”
Quiero agradecer nuevamente al director del CITEs-Universidad de la Mística de Ávila, P. Fco. Javier Sancho su amabilidad, su apertura, su sensibilidad y su honesta búsqueda de la Verdad. Cuando conocí por primera vez este lugar, tuve la impresión de haber encontrado mi “hogar”, tras largos años de peregrinaje. Gracias también a todos los que componen la Universidad de la Mística, por ser el ejemplo viviente de una verdadera Iglesia.