Su obra, creada en cinco semanas con 6.300 cuadros, lleva el título de Mechanical Sympathy, algo así como Sentimiento Mecánico. Y lo cierto es que el agónico final de esta grabadora que ve pasar toda su vida en sus últimos instantes, no puede ser más triste y dramático. De verdad que al final casi dan ganas de llorar. Pero tranquilos, se trata sólo de una máquina... ¿o no?
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