Pero, además, esta mañana he experimentado un nuevo pequeño placer: mientras reposaba el desayuno, he sentido mis pies descalzos dentro de las cómodas zapatillas de estar en casa (¡Qué nombre más adecuado!) y he dado las gracias por su confortabilidad y calor.Parecerá una simpleza, pero nunca había agradecido su utilidad. Sólo hay que pararse, en diversos momentos a lo largo del día, y sentir.
Pero, además, esta mañana he experimentado un nuevo pequeño placer: mientras reposaba el desayuno, he sentido mis pies descalzos dentro de las cómodas zapatillas de estar en casa (¡Qué nombre más adecuado!) y he dado las gracias por su confortabilidad y calor.Parecerá una simpleza, pero nunca había agradecido su utilidad. Sólo hay que pararse, en diversos momentos a lo largo del día, y sentir.