Sentir la cultura viva en la costa daurada

Por Borjagarciaz

En primavera las calles son escenarios perfectos para festivales de todo tipo


En la Costa Daurada, el sol de primavera invita a salir a la calle y vivir la cultura al aire libre en cualquiera de los festivales y fiestas que se organizan. Desde finales de abril hasta finales de mayo, se suceden tres citas que cautivarán al viajero: la Fiesta Medieval de Montblanc (23 de abril-4 de mayo), Tarraco Viva en Tarragona (5-25 de mayo) y el Festival de Circo Trapezi en Reus (8-11 de mayo). ¡Ya podéis sacar las agendas!
Son fiestas con espectáculos, recreaciones históricas, visitas guiadas, música, experiencias gastronómicas, que transcurren por las arterias de las ciudades y permiten disfrutarlas desde un nuevo punto de vista. Vayamos por partes.
El punto de partida es Montblanc, en el interior de la Costa Daurada, un municipio que durante dos semanas decora con banderas señoriales las casas más nobles y las murallas para revivir su esplendorosa época medieval y la leyenda del patrón de Cataluña Sant Jordi, ya que fue aquí precisamente donde éste mató al dragón, según el folklorista Joan Amades.


Foto: Torre Montblanc


La Semana Medieval de la Leyenda de Sant Jordi permite a los visitantes soñar despiertos con representaciones de los aspectos más destacados de esta tradición como el macroespectáculo en el que el caballero da muerte al dragón, la llegada de las fuerzas del mal en la 'Dracum Nocte 2.0' o la entrega de la rosa a la princesa; acompañadas por trovadores, caballeros, juglares, carreras de caballos, muestras de oficios, durante todo el día por las calles empedradas de Montblanc.


Foto: Semana Medieval Montblanc by © Xavier Iborra




Foto: Hospital Montblanc


Y no podía faltar el vino, con el Mercado de Vinos y Cavas, ya que la comarca de la Conca de Barberà, de la que Montblanc es la capital, es rica en la producción y elaboración de estos productos de la tierra con una Denominación de Origen propia. Este cultivo predomina en el entorno junto a zonas boscosas y es muy recomendable hacer una excursión a pie o en bicicleta para descubrirlo.
Una buena opción es recorrer algún tramo del sendero de gran recorrido GR175 o Ruta del Cister, que une los monasterios cisterciences de Santes Creus, Vallbona de les Monges y Poblet. Se puede llegar hasta Poblet y allí vivir la experiencia única de participar en una plegaria de los monjes que viven en este monasterio que en 1991 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. De camino se puede dar rienda suelta al espíritu explorador y convertirse en arqueólogos por un día en las Cuevas de L'Espluga de Francolí, usadas desde el Paleolítico.


Foto: Recorrido GR175




Foto: Poblet Vista Aérea by © Ruta del Cister


Hay que dejarse puesto el sombrero de arqueólogo para ir hasta Tarragona y disfrutar de Tarraco Viva, un festival cultural internacional dedicado a la divulgación histórica de la época romana que recrea diferentes aspectos y tradiciones en plazas, parques y monumentos de esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad el año 2000. Este año el festival amplía su duración en una edición especial que conmemorará los 2.000 años de la muerte del emperador Augusto, así que hay que consultar el programa para organizarse y disfrutar del máximo de propuestas del amplio programa del festival.


Foto: Tarraco Viva by © Manel R Granell (Festival Tarraco Viva)




Foto: Tarraco Viva by © Manel R Granell (Festival Tarraco Viva)


Para lograr una inmersión en toda regla se puede degustar alguno de los menús romanos que ofrecen los restaurantes de la Asociación Tarraco a Taula, y pasear por el casco histórico de Tarragona para descubrir los establecimientos que conservan restos romanos como el restaurante Barhaus, con parte de los cimientos del templo de Agusto, el restaurante Pulvinar, con parte del palco del circo romano, la oficina de una entidad bancaria en la plaza del ayuntamiento, con arcos de la estructura del circo, o la tienda de deportes Catedral, con parte de los accesos al templo de Augusto, donde actualmente se erige la Catedral.
Otros puntos de vista diferentes de la ciudad pueden tomarse subiendo al Campanario de la Catedral en una visita guiada que nos lleva a 70 metros de altura o bajando a hacer una excursión a las entrañas de Tarragona en la cueva suburbana que hay bajo sus calles.
Los amantes de la naturaleza tienen la opción de visitar los monumentos romanos del acueducto de les Ferreres o Puente del Diablo y la pedrera del Médol haciendo una excursión a pie o en bici entre ambos siguiendo la señalización de la Anella Verda (Ronda Verde), una red de caminos de 34 km en total por los alrededores de Tarragona.


Foto: Ronda Verde




Foto: Puente Del Diablo


En Reus el Trapezi, la Feria del Circo de Cataluña, también se vive en la calle y los espectáculos tienen lugar en las plazas y parques del centro, convertidas en escenarios en los que se realizan acrobacias que dejan al público boquiabierto. ¡No siempre cuando miramos al cielo podemos ver como se pasea por una cuerda o se hacen piruetas o danzas a diversos metros sobre el suelo!


Foto: Trapezi by © Reus Promoció


La ciudad, con un casco histórico peatonal, un gran legado modernista de su época de ebullición burguesa a finales del siglo XIX y una reconocida tradición comercial, invita a pasearla. Resulta sugerente encontrar algunos establecimientos tradicionales ubicados en edificios de interés histórico como la tienda modernista dedicada al textil para el hogar situada en los bajos de la Casa Navàs, o Jofré, que comercializa moda para mujer de marcas de prestigio y que se ubica en los bajos de un edificio modernista en la calle Llovera, o mercerías casi centenarias en la calle Monterols donde también está la tienda Queralt, una antigua sastrería en la que el pintor Joan Miró encargaba sus trajes cuando pasaba sus veranos en la zona.


Foto: Casa Navàs by © Reus Promoció


También se puede comer en el restaurante la Ferretería, una cervecería construida en una antigua ferretería como su nombre indica o en la Casa Coder, ubicado en la que fuere una droguería. Y es importante disfrutar de un descanso entre paseo y paseo para tomar un vermut, ya que Reus es la ciudad de origen de este aperitivo. En la calle Sant Vicenç, Vermuts Rofes nos permite hacerlo en las instalaciones de una empresa que se dedicó a su elaboración. De hecho a principios del siglo XX en Reus había más de 40 productores.


Foto: Vermuts Rofes by © Reus Promoció




Foto: Vermuts Rofes


Durante la estancia en Reus es imprescindible visitar el Gaudí Centre, centro de interpretación para conocer los orígenes de este arquitecto modernista universal en la ciudad así como la fuente de inspiración de sus obras, y para adentrarse en la Ruta Modernista reusense. En ésta destaca el Instituto Pere Mata, un centro psiquiátrico obra de Domènech i Montaner que es una verdadera joya modernista y en el que se ofrecen divertidas visitas teatralizadas en las que el viajero tiene el privilegio de ser uno de los invitados de honor del Sr. Briansó, el primer director de este instituto.


Foto: Instituto Pere Mata by © Reus Promoció

Créditos del Artículo

Web: costadaurada.info