A todos aquellos que tenemos la tarjeta de fidelidad de Sephora nos llegó una invitación para acudir a su inauguración en diferentes tiendas de la geografía española a lo largo de esta semana. Este jueves en la tienda de la calle Toro de Salamanca y allá que fuimos Montse y yo. (Información útil para navegantes: Montse reabriará su mejorado blog muy pronto y redireccionaré estas entradas con su link).
Sephora ofrecía descuentos del 20% en todos sus productos y 25% para compras superiores a 150 euros. La tienda estaría abierta desde las 19.00 hasta las 22.00 con música non stop, mojitos gratis y comida. Os podéis imaginar (los que no estuvieran) que estaba ¡a reventar! Yo pensaba utilizar mi descuentillo para algunas compras que merecieran la pena, pero solo de ver la cola se me quitaron las ganas.
Para ser sincera, Montse y yo hicimos buena cuenta de los mojitos y los mini muffins de chocolate. También aprovechamos para aprendernos la nueva organización de las secciones y ojear novedades. La verdad que la música del DJ era genial (que se lo pregunten a Montse, que era la única que iba bailando por ahí y cantando las canciones) y era entretenido ver a los make up artists, pues siempre se aprende algo nuevo.
A mí, personalmente, me encanta Sephora. Tienen muchas opciones de maquillaje y su línea es low cost de muy buena calidad con todo lo que una chica puede desear. Además, siempre te tratan fenomenal y lanzan muy buenas ofertas todo el año. En Sephora fue donde me enamoré de OPI, pues en la Glamour Shopping Night nos hicieron la manicure con la línea de OPI. Eso es algo que me gusta de esta empresa, que siempre se unen a eventos y siempre con productos de primera calidad, porque OPI no es cualquier cosa.
Aunque todo tiene pegas. Sephora no es barato, pese a que su marca tiene buena relación calidad-precio. Hay tiendas multimarca con nombres importantes que son más baratas que Sephora, y eso es algo que sí le echaría en cara.
En cuanto a los cambios de la tienda, bueno, no me atrevo a decir mucho. Estaba llenísima de gente y era incómodo moverse. Para opinar sobre ello es mejor ir un día normal y mirarlo todo mejor. Me gustó porque el rincón de Benefit es muy cuco y se une con otras marcas similares como Naked o Two Faced, y en la pared opuesta está todo lo de Sephora, de un modo más claro y sencillo. Han puesto una Beauty Bar para probar sus productos, con espejos, con facilidad de movimientos, separada de la zona de maquilladores. También me gusta que hayan colocado las cajas al fondo, porque cuando estaban en el medio daba la sensación de que la tienda se acababa antes y apenas mirábamos la zona de cosmética.