Mi mejor lectura del mes ha sido Florescencia, de Kopano Matlwa. Un relato desgarrador sobre las injusticias patriarcales y las desigualdades en cuanto a género y raza que sufre la protagonista en su profesión. Muy bueno, aunque muy duro.
Otra lectura interesante ha sido Again. Empezar, de Mona Kasten, pues tras todo el boom, necesitaba leerlo. Aunque tiene sus tópicos del género, ha sido muy ameno e incluso adictivo, lo he disfrutado y lo he leído en un santiamén. Desde luego la continuaré, pues es perfecta si buscas algo ligero pero con ritmo.
Textrovert, de Lindsey Summer, también ha sido otra de mis apuestas juveniles para el mes y no ha estado nada mal. Quizá no tiene tanta profundidad en personajes y le falta un poco más de calidad, pero no deja de ser muy ameno y juvenil. Perfecto para leer sin pensar en nada más.
La idiota, de Elif Batuman, ha sido una gran decepción, pues pese a que parecía una novela peculiar por su sinopsis, se me ha hecho tremendamente aburrida e insulsa, con una narración en forma de diario -literal- donde se nos explica qué hace y qué dice la protagonista. Sin más. Todo un suplicio leerla.
Poet X, de Elizabeth Acevedo, pese a toda su fama y premios, me ha parecido un quiero y no puedo. El formato, escrito en verso, es increíblemente original, pero su contenido no me ha dicho nada nuevo: el típico drama teen de siempre.
¿Qué habéis leído vosotres?