Es cierto: son los pequeños detalles los que cuentan. ¿De qué sirve manifestarse contra la energía nuclear y mantener la temperatura del hogar a 25 grados en enero?, ¿O plantar árboles y malgastar decenas de folios cada día?
Margaret Fenwick, con un nombre hecho en estas cosas “raras” del medio ambiente y la sostenibilidad ha publicado
Así que, sin más preámbulos, un nuevo y práctico libro, de los que andamos escasos, ha aparecido en las librerías. Páginas necesarias con muchos más textos útiles y menos divulgaciones sesudas, justo lo indispensable si queremos que la ecología sea, en verdad, un modo de vida factible y cercano. Daos prisa porque, si contactáis con Margaret, hasta es posible que os entregue el libro firmado y en mano…
Como pequeño tironcillo de orejas (y si estamos equivocados, que nos corrijan, por favor), no hemos encontrado la posibilidad de descargarlo, previo pago, claro está, en versión electrónica. Sería buena forma empezar no malgastando papel…
Extraído del prólogo del libro escrito por (nada menos) que Jane Goodall:
“Existe un dicho: No hemos heredado este mundo de nuestros padres – lo hemos pedido prestado de nuestros hijos. Lo oigo por todas partes – pero no es verdad. Cuando pides algo prestado tienes la intención de devolverlo. Hemos estado robando a nuestros hijos.”.