John Hersey dice que ser escritor es sentarse y escribir. También se puede escribir de pie. Pero la diferencia suele ser importante. Podemos hablar sentados, de pie, tumbados... pero escribir nos fuerza a sentarnos. Parece exigir una congelación del resto de funciones vitales: hay que concentrarse, recogerse.Pero supongo que Hersey tenía una intención más desmitificadora en su frase. Una profesión, un hábito, depende de esa fuerza de voluntad, de esa ignición. Ese momento mágico entre la nada y el fuego, esa chispa que nadie ve y luego crea el incendio. No hay musas, hay sillas.