"Ser feliz con 1, 2, 3...hijos", un libro insólito

Publicado el 18 febrero 2014 por Vivelibro @infoviveLibro
(EFE) La barcelonesa Rosa Pich-Aguilera Roca, que tiene 47 años y quince hijos, acaba de escribir un libro para explicar cómo se organiza el día a día para sobrevivir y ser feliz con una familia súpernumerosa en pleno siglo XXI.
En declaraciones a Efe, Rosa explicó que "no hay que tener miedo a la vida" y reconoció, tras morir sus tres primeros hijos por cardiopatías congénitas, los médicos aconsejaron que no tuvieran más descendencia.
Sin embargo, ella y su marido, Chema Postigo, que trabaja como profesor de Orientación Familiar, se habían casado para formar una familia y, pese a los consejos médicos, decidieron tener más hijos...hasta quince. Son ocho niños y siete niñas que ahora tienen entre cuatro y veintidós años. Cinco de los quince hijos de Rosa y Chema también padecen la misma cardiopatía que acabó con la vida de sus tres hermanos y están pendientes de ser intervenidos quirúrgicamente.
Rosa dijo que fueron sus amigas quienes le animaron a escribir el libro al insistir en que debía explicar cómo se las arreglaba "para cocinar, para llegar a final de mes. "¿Pero cómo lo hacéis?", me preguntaban". "Pues lo aprendimos en casa de mis padres", responde Rosa, que es la novena de dieciséis hermanos, mientras que su marido es el séptimo de otra familia con catorce hermanos.
El libro, titulado "Ser feliz con 1, 2, 3...hijos", está dirigido, según su autora, "a tantas parejas que tienen muchos estudios, muchos máster y titulaciones, pero que no saben llevar una casa".
Para ayudarles ha escrito su "experiencia del día a día": "Yo me levanto pronto, salimos de casa para trabajar mi marido y yo y los niños se preparan ellos el desayuno". Rosa trabaja media jornada, hasta las 14.00 horas, en una empresa de mercadotecnia, y reconoce que esta todo el día pendiente del teléfono y del correo electrónico para estar en contacto con sus hijos.
La madre puso como norma en la casa que, cuando sus hijos cumplen catorce años, dejan de recibir ayuda monetaria y deben sufragarse ellos mismos sus gastos con pequeños trabajos, encargos, dar clases particulares u otras labores menores. La familia vive en un piso grande del noroeste de Barcelona que tiene habitaciones con literas de hasta cuatro alturas.
También dedica un capítulo a "Cómo conseguir un fin de semana 10" y confiesa que siempre busca actividades gratuitas para los fines de semana: "alguna exposición gratuita, paseos por la montaña o por la playa, siempre hay cosas divertidas que no cuestan dinero". "Todos tenemos motivos para llorar por las esquinas, pero no podemos hacerlo. La vida es una lucha constante por salir adelante. Tener tantos hijos es lo más feliz que me ha pasado en la vida", según Rosa.