Y es que resulta que no fueron invitados, aunque los organizadores, el colectivo LGTV COGAM, afirmen que existió un malentendido con los horarios, la organización y las peticiones para estar en la cabecera de la manifestación. Malentendido que no se produjo con el resto de partidos políticos, todos de la izquierda, por supuesto; y al que hay que unir el tweet enviado por la propia COGAM, que decía “no podemos tolerar que quienes han estado contra nuestros derechos quieran protagonismo sin políticas reales #LGTB” refiriéndose al Partido Popular, y no a Pablo Iglesias, que pone una vela a los gays y otra a Irán… Algo a lo que se refería en una entrevista en Es Radio el secretario general de COLEGA, Guillermo Rodríguez, que decía que el sectarismo que existe dentro de los colectivos de LGTB es importante, pues se enmarcan de forma radical en la extrema izquierda, ejerciendo un boicot y un cinturón sanitario hacia cualquier otra organización (sea LGTB o no) que no esté dentro de sus líneas ideológicas. El propio representante de COLEGA decía en la entrevista que "nuestra organización ha sufrido el boicot y el ataque. Nos han llamado fachas y fascistas. Se nos ha criticado simplemente por habernos reunido con administraciones del PP y se nos ha pedido que pidiéramos perdón por ello". Está claro que la ausencia del Partido Popular no fue consecuencia de un malentendido, sino del boicot sectario de parte de este colectivo, que se dedica a hacer política y a actuar contra una buena parte de la sociedad y de los gays que son votantes del PP, que no son pocos. Y es que ser gay no es ser de izquierdas… Porque la politización de todo tipo de colectivos es una constante de la izquierda, que lo que busca es poder hablar en nombre de la sociedad civil, a la que realmente no representa, aunque controle el mundo asociativo.
Y es que resulta que no fueron invitados, aunque los organizadores, el colectivo LGTV COGAM, afirmen que existió un malentendido con los horarios, la organización y las peticiones para estar en la cabecera de la manifestación. Malentendido que no se produjo con el resto de partidos políticos, todos de la izquierda, por supuesto; y al que hay que unir el tweet enviado por la propia COGAM, que decía “no podemos tolerar que quienes han estado contra nuestros derechos quieran protagonismo sin políticas reales #LGTB” refiriéndose al Partido Popular, y no a Pablo Iglesias, que pone una vela a los gays y otra a Irán… Algo a lo que se refería en una entrevista en Es Radio el secretario general de COLEGA, Guillermo Rodríguez, que decía que el sectarismo que existe dentro de los colectivos de LGTB es importante, pues se enmarcan de forma radical en la extrema izquierda, ejerciendo un boicot y un cinturón sanitario hacia cualquier otra organización (sea LGTB o no) que no esté dentro de sus líneas ideológicas. El propio representante de COLEGA decía en la entrevista que "nuestra organización ha sufrido el boicot y el ataque. Nos han llamado fachas y fascistas. Se nos ha criticado simplemente por habernos reunido con administraciones del PP y se nos ha pedido que pidiéramos perdón por ello". Está claro que la ausencia del Partido Popular no fue consecuencia de un malentendido, sino del boicot sectario de parte de este colectivo, que se dedica a hacer política y a actuar contra una buena parte de la sociedad y de los gays que son votantes del PP, que no son pocos. Y es que ser gay no es ser de izquierdas… Porque la politización de todo tipo de colectivos es una constante de la izquierda, que lo que busca es poder hablar en nombre de la sociedad civil, a la que realmente no representa, aunque controle el mundo asociativo.