Tenemos una de las bajas más reducidas de Europa, tan sólo 16 semanas, pero aún así algunas mujeres optan por renunciar a ella a cambio de rendirse a la esclavitud, a un trabajo que no respeta derechos. ¿En qué clase de país vivimos? En un país que no ve más allá, que no sólo no cuida nuestro presente, sino que tampoco cuida nuestro futuro. Los niños de hoy serán los adultos del mañana, los que seguirán con un sistema productivo que hace ganar dinero a unos pocos, los que pagarán las pensiones, los que harán que la maquinaria siga su curso. Sino hay niños, ¿quién se encargará de todo eso?
Qué clase de país es este que no se da cuenta de la importante figura de la mujer, que da vida para perpetuar el sistema. Somos unos pobres ciegos que no nos damos cuenta de lo vital que es la perpetuación de nuestra especie. ¿Tendremos que darles clase de ciencias básicas a nuestros gobernantes y empresarios? Desde el origen de la vida, perpetuar la especie y favorecer la reproducción han sido pilares básicos para avanzar. La naturaleza nos ha dejado marcado a fuego esa máxima en nuestros genes. Por mucha especie dominante que seamos, sino tenemos hijos, no hay nada que hacer.
Despreciamos la maternidad y en consecuencia despreciamos a la mujer. Y nosotras, temerosas y asustadas, nos doblegamos ante esta sociedad que sólo piensa en que su maquinaria siga en marcha para que esos poquitos que manejan los hilos sigan ganado dinero, sigas organizando cacerías de animales en extinción, sigan luciendo yates que alimentarían a cien familias durante años o sigan pasando de puntillas por el arco de la justicia sin que pase nada. Mala herencia dejamos a nuestros pobres hijos, aquellos que los hayamos podido tener claro.
Después de leer esta triste noticia, me ha llegado un vídeo que por fortuna me ha devuelto la sonrisa y que os recomiendo ver. Un vídeo de una mujer que nos demuestra que realmente, ¡ser madre es un plus! No nos retrasa, no nos resta valor, no dificulta nuestra carrera laboral, todo lo contrario. ¡Nos hace más grades! Como personas, como trabajadoras.
¿Cómo podemos cambiar esto? ¿Cuándo podremos decir con orgullo en el trabajo 'estoy embarazada'? ¿Cuándo dejaremos de retrasar nuestra maternidad para conservar nuestro empleo? Todas estas preguntas van de la mano con un tema vital como es la corresponsabilidad. Pero la conciliación y la corresponsabilidad merecen un post aparte. Hoy quiero que reflexionemos de todo lo que estamos haciendo mal para hacer que una de cada tres mujeres renuncien a su derecho de una baja por maternidad. Y quiero que veamos este vídeo para darnos cuenta de lo mucho que valemos.
¡Yo me lo creo! ¿Y tú?