Todas las mujeres tenemos un bolsito mágico. Un neceser que llevamos a todos lados cuando viajamos y que nos ayuda en situaciones extremas, ofreciéndonos los objetos más extraños e inconcebibles en las mentes masculinas. De estos bolsitos los hay de muchos tipos. Pero los que más me gustan son los que están protegidos por un plástico grueso y transparente y cuyos motivos de la tela son flores chiquitas que descansan en un fondo chillón. Cuando los abrimos nos inunda un aroma a lápiz labial de cereza, crema para manos de almendras y alcohol boricado. Dentro de ese bolcito hay millones de oportunidades. Hoy voy a abrir el mío y mostrarles que hay en mi neceser cuando viajo.
Abriendo el cierre de mi neceser podés encontrar
- Tarro de 100ml de shampoo y otro igual de crema enjuague (compré los tarritos vacíos y los voy rellenando con el shampoo y acondicionar que compro por el camino).
- Crema para manos, que uso para la cara y que me la regalo una amiga. Tiene la tapa en forma de cara de gatito.
- Protector solar.
- Repelente en barra.
- Manteca de cacao Nívea que compre hace unos tres años.
- Banditas para depilar el bozo que no las uso porque me hacen muy mal, pero me da lástima tirarlas (hoy las tiro).
- Pinza para depilar y un espejo chiquito (infaltable, puedo no tener shampoo, pero la pinza y el espejo, nunca).
- Líquido limpia cristales (lo uso bastante, para limpiar anteojos, la compu, la cámara).
- Curitas (tengo dos cajas y jamás use una sola)
- Hilo y aguja.
- Desodorante marca Natura que hace más de un año que lo tengo.
- Alicate y lima para uñas (lo uso una vez por semana como mínimo. Increíble cómo crecen las uñas).
- Horquillas, una vincha y dos colitas para el pelo.
- Un cepillo para el pelo. Es para nenas, pero lo compre porque era más chico de lo normal y súper tierno.
- Una máscara para pestañas.
- Un líquido desmaquillante, que no uso.
- Un jabón y talco para bebes.
- La Copa Menstrual.
- El último tampón que me queda y que no llegue a usar porque antes me compre la Copa Menstrual.
- Una crema para hemorroides que me recetó un médico en Singapur y que me salvó la vida.
- Un dentífrico y mi cepillo de dientes.
- Un esmalte negro que no uso.
Cosas que llevaba y que dejé en el camino
- Algodón. Lo llevaba para limpiarme el maquillaje de la cara, pero como ya no me maquillo ni para las ocasiones especiales, lo deje de comprar.
- Condones, se los puse en el neceser de mi novio, que está prácticamente vacío.
- Hilo dental, también se lo enchufe a mi novio.
- Máquina de afeitar, para no tentar al diablo.
- Crema mentolada para destapar la nariz, de las que vienen con un dragón en la tapa.
- Mi placa dental, para protegerme del bruxismo. Lo guarde en el fondo de la mochila porque ya no padezco más de este trastorno.
Abrir mi neceser es como abrir mi alma, mostrar mis secretos, mis obsesiones, mis cuidados, mis manías, mis dejadeces, mis desintereses o despreocupaciones. El contenido de este bolcito mágico puede decir mucho de vos. Ahora es tu turno de compartir conmigo qué es lo que no puede faltar en tu neceser.
Todavía no leíste la serie completa de SER MUJER Y MOCHILERA, apurate que tenés tiempo de ponerte al día.
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