Lo vemos cuando les niegan las becas para ingresar a un universidad, por el único motivo de su color de piel. Lo vemos cuando les niegan un ascenso porque ningún blanco puede con la sola idea de tener un jefe negro, porque el negro siempre tiene que decirle patrón al caucásico. Lo vemos cuando estereotipan por la complexión física, cuando el color está relacionado con la explotación sexual. Cuando dicen que los negros somos solo músculo y no tenemos seso. Eso cuando se refieren a los brillantes deportistas de élite. Jamás lo dirán de un científico, de un narrador, de un poeta, de un doctor.
No, no ha sido ganga para la comunidad afro descendiente tener un presidente negro. Obama se va debiéndole mucho a la comunidad afro. A esta comunidad se le sigue estereotipando, negándosele las oportunidades de desarrollo, sino los tratan de drogos, los tratan de delincuentes y a las mujeres de putas. La película The Help sigue siendo tan real en el día a día. También “12 años de esclavitud”, aunque con diferente escenario. No hay que tener un elevado coeficiente intelectual para ver la ironía de la celebración del Mes de la Historia Afroamericana, un burla total a la comunidad negra.
Imposible que el sistema, que la sociedad piense positivamente en el potencial de esta comunidad, el imperio blanco no lo permite. Por esa razón siguen los crímenes raciales, sigue la violación de los Derechos Humanos, de los Derechos Civiles. Es una comunidad empobrecida económicamente porque la rezaga el sistema. En cultura, en creatividad es millonaria, pero no hay escenarios que le permitan brillar, están restringidos. Para muestra del talento y del ingenio están los artistas callejeros que enamoran el verano estadounidense.
Ser negro en Estados Unidos significa ser discriminado, estigmatizado, violentado, asesinado como un perro a plena luz del día sin que el país se indigne. Porque la muerte de un negro vale menos que la muerte de un perro. No digamos la de los latinos indocumentados. No es lo mismo que una mujer blanca caucásica vaya a una estación de policía a poner una denuncia por violencia intrafamiliar, por violación sexual, a que lo haga una afro descendiente. A la negra nunca le creerán. Ella siempre será culpable ante los ojos de la ley gringa y encima la abusan sexualmente en las carceletas. ¿Qué sistema le creerá si lo denuncia? Y peor le va si es latina e indocumentada. No es lo mismo entrar a un barrio de negros que a uno de blancos.
En los barrios de blancos también hay drogas y en cantidad, hay delincuentes, asesinos pero nunca lo expondrán como lo hacen con los barrios negros, con toda la intención de desacreditarlos. Ser negro en Estados Unidos es como ser indígena en Latinoamérica, como ser un “nadie” en las urbes. Como ser mujer en una sociedad patriarcal y misógina. Jodido ser mujer negra, ser negra y latina. Ser negra, latina e indígena. Ser negra, latina e indígena indocumentada. Y así se va desmenuzando este sistema de castas segregacionistas.
Hay mucho qué decir acerca de ser negro en Estados Unidos. Y tanto que denunciar acerca de ser latinoamericano y también indocumentado en este país. Porque aunque parezca contradictorio los negros discriminan más a los latinos que los propios anglos y viceversa. No aprendemos los humanos.
Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado. contacto@cronicasdeunainquilina.com
Octubre 17 de 2015.
Estados Unidos.
Blog de la autora: Crónicas de unaInquilina.