Por Lola Cebolla
Dedicado a @gabymentaMe encanta, me apasiona la gente auténtica que no teme ser lo que es, porque aquellos que son reales aspiran siempre a crecer, a continuar aprendiendo y a rodearse de los mejores sin complejos.
Me gusta la gente auténtica que sabe lo que quiere y que aporta colorido con sus diferencias a los que le rodean rompiendo la monotonía gris del miedo, de la superficialidad, del egocentrismo y el narcisismo.
Adoro ver cómo son valientes frente a cualquier reto, confiando en sí mismos y reconociendo que cuando caen es una oportunidad para aprender de los errores y levantarse nuevamente.
Amo la inteligencia que aporta la autenticidad sin miedo de encontrar una solución distinta, diferente y rompedora de aquello que estamos habituados. Esa capacidad creativa de solucionar problemas buscando las soluciones donde otros solo ven las dificultades.
Me encanta encontrar personas que no sonríen a los demás mientras piensan la manera de salir de allí. Que miran a los ojos y reconoces que permanecen a tu lado porque te valoran, aprecian o comparten parte de su mundo.
Es uno de los mayores placeres relacionarte con aquellos que sabes lo que puedes esperar de ellos y valoran el tiempo que comparten con los demás. El tiempo, nuestro mayor tesoro.
Ser auténtico da la posibilidad de encontrar quien te aprecia, te valora y puedes contar con ellos. Son capaces de criticar y decir aquello que ven incorrecto, intercambiar opiniones sinceras y ayudarte a mejorar, a ti y a tu vida.
Encontrar personas auténticas es un regalo que muchos no aprecian por miedo a la realidad que les puede mostrar.