Si hablamos de competir a nivel internacional la respuesta únicamente puede ser si, no podemos ir a jugar contra equipos profesionales con jugadores que trabajan de ocho a cinco, y después van a entrenar, pero la situación es España es esta para muchos jugadores, trabajar para ganarse la vida y entrenar todo lo que se pueda para jugar lo mejor posible.
Entonces se habla de profesionalizar los clubes, 10 equipos en División de Honor que sean profesionales, los jugadores con sus sueldos, únicamente jugando a rugby... Este planteamiento es inviable. Veamos unos números, sacados de Wikipedia.
Escocia, 38.500 federados, dos equipos profesionales (Glasgow y Edimburgo)
Gales, 50.577 federados, cuatro equipos profesionales (Scarlets, Ospreys, Newport y Cardiff)
Italia, 66.176 federados, dos equipos profesionales (Zebre y Benneton)
Irlanda, 153.080 federados, cuatro equipos profesionales (Connach, Leinster, Munster y Ulster)
Según el CSD hay en España hay, según esta tabla de 2013, 23.763 federados en España, quizás este año algunos más.
Con estos números vemos que en España podría haber como mucho dos equipos profesionales, aunque el número correcto sería uno. Evidentemente existen en estos países clubes medio amateurs-profesionales que juegan ligas menores, con cierta repercusión..., pero estamos hablando de primer nivel, para tener equipos semiprofesionales ya tenemos nuestra División de Honor.
Una de las soluciones sería crear un equipo profesional que jugará en la Liga Celta, como hacen los italianos, intentando crear una base del equipo de jugadores españoles o jugadores que pudieran jugar con España, buscando un patrocinador y una sede, haciendo que el resto de equipos de División de Honor fueran una cantera para este. Solución compleja y complicado en el Reino de Taifas que es nuestro país, por no hablar de la FER y su agujero económico, que vinieron los de la IRB y no creían lo que veían, y... Todo esto da para otro post, o para un libro y si quieren más información les recomiendo la Revista Veintidós que lleva un reportaje que vale mucho la pena, o este artículo de Fermín de la Calle, “El Wikileaks del rugby español: Así despilfarró Cancho el dinero.” El título da miedo, el artículo terrorífico.