El objetivo de esta posible escisión es poner orden en las finanzas públicas y reformar el Estado, algo que en México es de vital importancia, pero en un país de más de 100 millones de habitantes como el nuestro es más complicado.
La nota en el país señala en su parte central: “Lo primero supone controlar los flujos financieros entre las regiones y tutelar gastos como pensiones y seguridad social. Lo segundo, modificaciones en las estructuras y reparto de poderes entre las regiones. Su objetivo es descentralizar Flandes y Valonia para que vivan como entidades separadas que se unen cuando tengan algo en común. Lo que él llama una confederación. Para más adelante queda la independencia, que también predican otros dos partidos flamencos. Todos juntos forman el 45% del electorado.
Hasta ahora esas ideas han suscitado el repudio de los francófonos belgas (Valonia y Bruselas), que ven a De Wever como un lobo temible. Tiendo la mano a los francófonos, les dijo con ánimo dialogante y explicó por qué: A nadie interesa que el país siga bloqueado. Hacen falta reformas en las estructuras. De nada sirve ir para atrás. Hemos de tener el valor de seguir adelante.
Más allá del objetivo independentista -No hay mayoría en Flandes para esta ambición final, reconoce con realismo Danny Pieters, uno de los cerebros del partido y responsable de la vertiente social del programa-, la N-VA ha catalizado la frustración de la población de Flandes con un sistema político que lleva años paralizado. Los flamencos han visto traicionadas las expectativas de las elecciones de 2007, ganadas arrolladoramente por Yves Leterme también con la promesa de reordenar el país“.
En nuestro país bien pudiéramos tener al menos 3 ó 4 Méxicos, y de esta manera estas grandes regiones tuvieran un gobierno que verdaderamente luchara por los intereses comunes, la diversidad de nuestros problemas y OPORTUNIDADES regionales escapan al control de una sola cabeza en el país.
Aclaro que lejos estoy de proponer una separación en función de razas, color de piel o acento en la voz, nuestro país requiere un cambio profundo y reforzar la identidad que nos caracteriza en cada región, de esta forma detonar el desarrollo que se nos niega con la profunda centralización en la toma de decisiones.