Es un árbol que puede superar los 15 metros de altura, aunque en pocas ocasiones llega a alcanzarlos. Posee un tronco muy recto con una copa ancha y más o menos redondeada. La corteza es grisácea y agrietada, las ramas jóvenes son algo pilosas en el ápice y de color pardo rojiza.
Las hojas son compuestas, imparipinnadas, con 13 a 17 foliolos de tres a ocho centímetros de longitud y borde aserrado. Su coloración es verde intenso en el haz y pálidas y pilosas en el envés.
Las flores se presentan en inflorescencias, tienen entre 15 y 20 milímetros de diámetro y son de color blanco. Florece entre Abril y Junio. Los frutos son ovoideos o piriformes, semejando pequeñas peras. Miden entre dos y tres centímetros de diámetro y tienen un color verde pardusco, pasando a marrón cuando están maduros. Maduran en Octubre – Noviembre, momento en que son comestibles. En su interior encierran entre una y cuatro semillas de color oscuro y pequeño tamaño. Los frutos maduros son blandos, cremosos, muy dulces y aromáticos. Poseen abundantes azúcares, pectina y vitamina C. Antes de madurar son ácidos y amargos, astringentes y contienen gran cantidad de taninos.
En Aragón hay varios ejemplares catalogados como monumentales o singulares. Los mayores se encuentran en Bordón (Teruel) y Boltaña (Huesca). Otros ejemplares destacables aparecen localizados en la comarca de La Litera, en Huesca o en Bagües, en Zaragoza.