Habitación: 131
Fecha de entrada: 21/02/2023Tarifa: Enfrente mismo de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, en una de las más modernas y amplias avenidas de la ciudad del Turia, en un moderno edificio de viviendas, y pasando casi desapercibido entre dos franquicias de comida rápida encontramos este nuevo y pequeño hotel. Apenas destaca, de no ser por el toldo blanco que cubre la puerta, y por el vinilo con el logotipo de la cadena que cubre toda la puerta, corredera automática de cristal que va de lado a lado. La carretera queda algo lejos, tras una enorme acera y un jardín, pero hay una zona dedicada a la carga y descarga de viajeros y equipajes.La recepción resulta pequeña. Moderna. Rectangular. Nada más entrar por la puerta, a la izquierda un par de butacas azules, un largo sofá en amarillo y unas mesas bajas para esperar. Encima de ellos, en la pared enormes espejos curvos. Suelo de porcelana blanca y azulada, todo luminoso, a juego con el poderoso mostrador de recepción, que encontramos a la derecha. Sobre él, un ramo de flores, un monitor de ordenador y algunos carteles de metacrilato con información variada. Tras él dos chicas jóvenes nos dan la bienvenida y de forma más o menos rápida copian los datos de nuestra documentación, nos asignan las habitaciones, nos dan a firmar un par de documentos y unos entregan un cartoncito con la tarjeta que hace de llave del hotel. Nos explica el horario de desayunos, la disposición del hotel (todo él en la primera planta del edificio) y la clave del wifi que funciona en todo el hotel aunque con algunos cortes y lentitud en la señal.
Un paso más adelante encontramos un lento, modernísimo y acristalado ascensor. Suelo retroiluminado en blanco, paredes de cristal, botonadura metálica y un par de carteles con información del hotel. El ascensor, en el primer piso, se abre por el otro lado. A la izquierda encontramos un pequeño espacio de estar, con unas máquinas de vending, una cafetera automática, un par de sofás y butacas y algunas revistas sobre unas mesas bajas. Moqueta oscura y paredes en blanco. Algunos números en metal sobre la pared nos indican la dirección de las habitaciones. El pasillo, algo estrecho pero muy luminoso, con luces indirectas, aparece pintado en blanco. Igual que las puertas, de las habitaciones que tienen, pintado en color plateado con grandes caracteres el número de la habitación. Modernos pomos metálicos con lector de tarjetas por contacto.
Tras la puerta, suelo de madera natural, de aire escandinavo muy cuidada y limpia. Paredes en blanco y luz a raudales. A la izquierda la ranura para la tarjeta de la habitación y un interruptor grande en blanco. A la derecha, junto a la caja de registro tapada con una puerta de plástico blanco está el display del aire acondicionado, que funciona perfectamente con modo automático y con una excelente efectividad, y escaso ruido. A continuación un armario empotrado con dos puertas blancas y tiradores de metal. En su interior una zona de cajones y baldas con la bolsa de la lavandería, una barra colgadora con una pequeña tabla de planchar y media docena de perchas antirrobo. Por encima de la puerta del armario, remetida en el techo corre una efectista tira de led.
Un paso más adelante entramos en el cuadrado dormitorio. Moderno y nuevo. A la derecha, en una estantería de metal negro y baldas amarillas encontramos un minibar vacío con dos botellas de agua de cortesía, un microondas, una cafetera de cápsulas y un hervidor. Además dos tazas y algunos juegos de café e infusiones. Al lado de la estantería, una mesa cuadrada a juego, con dos sillas en madera clara y tapizadas en amarillo no demasiado incómodas. En la pared encontramos varios enchufes disponibles por si queremos trabajar en la mesa. El resto de la pared hasta la ventana, totalmente en blanco, recoge una generosa pantalla plana.
La pared del fondo aparece ocupada de arriba a abajo y de lado a lado con la ventana. Todo cristal y moderno aluminio negro, con vistas a la tranquila calle trasera del hotel, en la que entra mucha luz. Un visillo blanco y unos foscurit en gris metalizado, que se cruzan en el centro impiden que esta entre en la habitación.
En el lado izquierdo de la habitación encontramos la enorme cama. Canapés de piel gris sostienen un colchón algo blando, de muy generoso calibre y comodidad, vestido con un elegante nórdico blanco con rayas. Cuatro almohadas de distinta dureza, un plaid gris a los pies, a juego con el cabecero tapizado en piel. Toda la pared está protegida con vescom gris claro, y de la pared cuelga un bonito cuadro con un mapa del mundo. Encima, remetida en el techo, otra tira de led ilumina el espacio. A cada lado de la cama sendas mesillas redondas en madera blanca. Sobre una el mando a distancia de la tele, y un cartel con los servicios del hotel, además de un bloc de notas y un lapicero. En la otra, un teléfono. Por encima hay un potenciómetro con bluethooh, para conectar nuestra música (pero no lo conseguimos), enchufes disponibles e interruptores, y más arriba sendas lámparas metálicas en blanco, ancladas a la pared, retroiluminadas, con potentes reflectores para el trabajo en la cama y enchufes USB para los aparatos electrónicos. El descanso es agradable, y aunque la insonorización exterior es formidable, la interior podría ser bastante mejorable ya que, aunque el hotel resulta tranquilo, se escuchan los pasos y puertas de las habitaciones contiguas. Igualmente, a través de las rendijas de la puerta se cuela bastante luz del pasillo y el ruido del retorno del aire se mantiene activo toda la noche.
Habitación: 8.5
Baño: 8.5
Estado de conservación: 10
Desayuno:
Valoración General: 9